Las recientes lluvias caídas en Lleida han tenido afectaciones variadas para los agricultores de la provincia. Mientras que para algunos cerealistas las lluvias de finales de abril representaron un alivio, para los productores de cerezas, como Josep Antoni Camats, de Corbins, supusieron un grave problema. Las intensas precipitaciones, de hasta 50 litros por metro cuadrado, provocaron el cracking del fruto, afectando a entre el 70 y el 85% de cuatro variedades plantadas por Camats, lo que se traduce en una pérdida del 30 al 35% de su cosecha total.
La visita de un perito de Agroseguro a la finca no ofrece mucha esperanza de indemnización debido a las características del seguro de la cereza, que calcula los daños en toda la explotación y no por parcelas o variedades, por lo que se trata de un seguro que solo cubre grandes desastres, en opinión del productor.
No obstante, algunos productores de Lleida están logrando llevar al mercado cerezas de calidad a pesar de las complicaciones meteorológicas. Francesc Pena, de Seròs, habla de una merma productiva de entre el 20 y el 25%, según la variedad. Aunque enfrenta problemas de mal cuajado y las consecuencias de las lluvias, Pena está recogiendo cerezas de buena calidad, aptas para la exportación, si bien estima que solo el 60 o 65% de la fruta alcanzará la categoría de primera calidad.
En un mercado ansioso por ofrecer cerezas, los precios han sido favorables hasta ahora, aunque la competencia de otras zonas productoras como Huesca o Cáceres podría influir en las cotizaciones futuras. Según Mercabarna, el precio de las cerezas alcanzó ayer un máximo de 15 euros por kilo, aunque el precio más común es de 8 euros.
Fuente: segre.com