La campaña de hortalizas se acerca a su final en Granada y Almería, con dos partes bien diferenciadas en las que enero marcó el punto de inflexión. "Si echamos la vista atrás, llevamos ya 2 años con falta de producción entre enero y marzo básicamente por las olas de frío, y este año desde enero hasta marzo la campaña se ha comportado de manera diferente a las anteriores en un hueco que quería cubrir todo el mundo", explica Carmelo Salguero, de Granada La Palma.
La temperatura actúa como catalizador para la producción, de manera que la situación de oferta generada por un periodo "extremadamente cálido" en enero y febrero, y "muy cálido" en marzo, citando a la Aemet, impactó sobre los precios de la gran mayoría de las hortalizas. "La climatología es un factor que cada vez influye más en las producciones y que está haciendo que se produzca un ajuste en la superficie que entra en producción y en las fechas de las campañas no solo en toda Europa, de norte a sur, sino también en el norte de África y en Turquía", prosigue Carmelo, "y habrá consecuencias hasta que se consiga llegar a una estabilidad, aunque será bastante difícil por el cambio climático, que incide cada vez más en las producciones agrícolas".
Una de las hortalizas cuyos precios se vieron afectados desde el inicio de 2024 por esta fluctuación fue el tomate, del cual en Granada La Palma son especialistas. "Normalmente cuando hay sobreoferta de cualquier producto, en este caso el tomate, afecta a todas las tipologías; pero gracias a la segmentación tan importante y tan amplia que hay en tomate, hay especialidades que se han visto menos afectadas".
"En general, las plantaciones se retrasaron para evitar al máximo posible las plagas; las que se hacían en julio y agosto se plantaron en septiembre. Los volúmenes de Marruecos también se retrasaron tras haber sufrido temperaturas de más de 50 grados que quemaron las producciones de los invernaderos en el verano. A esto se sumó que han entrado también en producción hectáreas que por cuestión de costes no estaban el año pasado en Holanda, Bélgica y Francia; y todo junto hizo coincidir una producción que el mercado no ha podido absorber, bajando los precios".
"No obstante, en Granada La Palma hemos podido colocar nuestros tomates en los picos de producción y la media, que es lo que hay que tener en cuenta, ha sido razonable", comparte Carmelo. "Además, nuestra estrategia de enfocarnos en productos y marcas que aporten valor al lineal, que sean fácilmente reconocibles por los consumidores como sinónimo de calidad, ha ayudado a que los clientes hayan seguido eligiendo nuestros productos".
"En ese sentido, estamos trabajando con especialidades de tomate que se han hecho un hueco muy interesante en el mercado, como Dulce Extra o el tomate Amela, con un sabor extraordinario y un método de producción que destaca por su sostenibilidad: para producir un kilo de tomate Amela se necesitan 10 litros de agua, mientras que para un tomate normal se precisan 60 litros".
"En esta misma línea está el tomate Adora, con el que comenzamos hace 7 años, que necesita 24 litros para producir un kilo, y cuyo Brix superior a 7 grados lo garantizamos gracias a nuestro sistema de selección con tecnología NIR que evalúa los tomates uno a uno".
"Junto a ellos está Primora, también un tomate extradulce, y Murice. Este es un tomate púrpura que introdujimos hace 3 años, y que está en nuestra línea de tomate funcional por su alto contenido en antocianinas, un antioxidante natural. Murice es un tomate cuya valoración positiva por parte de los consumidores europeos nos ha sorprendido mucho".
"Además, todos ellos tienen en común que podemos asegurar unos precios muy constantes, sin los altibajos que se ven en el mercado del tomate común".
De Japón a Granada: frutas y hortalizas de la Costa Tropical con sabor oriental
Granada La Palma continuará en primavera y verano con su amplia oferta de tomates cherry y de minihortalizas, junto con otras especialidades como el pimiento seedless, los pimientos tipo padrón –"un producto que está evolucionando muy fuerte en el mercado europeo"–, el tomate wabisabi o la berenjena japonesa.
En Japón, precisamente, tienen su origen el tomate Amela y uno de los exóticos que en unos meses ofrecerá al mercado Granada La Palma junto con la pitahaya o el caviar cítrico: el mango Irwin. "Estuvimos en Japón aprendiendo cómo los productores locales lo cultivaban en invernadero, y volvimos a Granada para ponerlo en práctica y producir en España este mango que tiene un aroma y un sabor incomparable", indica Carmelo.
"Los primeros Irwin de la temporada saldrán de los invernaderos de Motril en julio pudiendo competir directamente con los mangos de Perú que vienen por vía aérea, y ya hay supermercados muy interesados en ellos".
La cultura, los cultivos y los metódicos sistemas de producción japoneses han sido fuentes de inspiración para Granada La Palma, que ha conseguido acortar una distancia de más de 11.000 km –en línea recta– produciendo en Granada el melón Tayoo.
"En Japón hemos descubierto un mercado de sabor. Con respecto al melón Tayoo, teníamos constancia de que mucho canal horeca trae ese tipo de melón por avión, y hace un año y medio decidimos iniciar este proyecto con el objetivo de producirlo durante 12 meses".
"En este momento estamos haciendo ensayos con diferentes semillas traídas desde Japón para determinar qué variedades son las más idóneas para cada estación, y ya hemos conseguido pruebas exitosas recolectando melones en diciembre".
Para más información:
Granada La Palma S.Coop.And
Ctra. N-340, km 342, 18730 Carchuna, España.
https://granadalapalma.com