La recolección de la cereza temprana en Bolea ha comenzado, anticipando una campaña prometedora según los productores locales. Tanto Primitivo Calvo, presidente de la cooperativa Cocebo, como Eva Cabrero, propietaria de Boleas, comparten optimismo sobre las previsiones de este año.
Calvo sugiere que la cosecha de este año podría superar en kilos a la del año pasado, y atribuye este potencial incremento a las abundantes lluvias y a una polinización excelente. Durante abril, se dedicaron intensamente al aclareo en sus terrenos. Cabrero, por su parte, también anticipa una buena cosecha, señalando que los árboles están bien cargados, aunque advierte que el resultado final dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas futuras.
El tiempo ideal para las cerezas sería un calor moderado, típico de la primavera, evitando temperaturas extremas. Aunque las heladas ya no son una preocupación, la lluvia podría dañar las cerezas en proceso de maduración, causando grietas en los frutos, según explica Primitivo Grasa. Además, el viento podría afectar a las cerezas maduras, y una granizada fuerte sería el peor escenario posible para la campaña.
El calor y las horas de sol son decisivos en esta etapa, ya que contribuyen al dulzor de la fruta. Sin embargo, Calvo aclara que una bajada de temperaturas no comprometería la calidad de las cerezas. La campaña de recolección comenzó esta semana con la variedad Early Bigi, y aunque las recientes lluvias han causado daños menores, las pérdidas se estiman en un máximo del 10% en algunas áreas.
Cabrero, cuyas plantaciones incluyen variedades como Celeste, Lapins, 3-13, Sonata y Satín, no empezará la recolección hasta finales de mes o principios de junio, debido a que no cultiva variedades tempranas. Con estas expectativas y a pesar de los retos meteorológicos, la campaña de cereza en Bolea se presenta con un prometedor horizonte.
Fuente: diariodelaltoaragon.es