El mes pasado, la detección de ratones en la carga del primer envío de Zespri a Europa de la temporada llevó a la empresa a emprender una clasificación exhaustiva de la fruta a fin de salvar la mayor cantidad posible. Jason Te Brake, director de operaciones, comunica que se inspeccionaron 2.600 palés, el 54% del total. Para abordar esta situación, Zespri envió personal adicional a Bélgica y contrató a expertos en seguridad alimentaria.
Tras evaluar la situación, Te Brake ha anunciado la necesidad de destruir parte de la fruta para proteger la salud pública y la reputación de la marca. "Ha quedado claro que no podemos mitigar por completo el riesgo potencial para la seguridad alimentaria y la reputación de la marca con la certeza suficiente para dar salida a la fruta (…) Volver a trabajar con esta fruta sería complejo, ya que exigiría recursos y tiempo considerables. Incluso entonces, no podríamos estar suficientemente seguros de poder eliminar el riesgo asociado a la presencia de roedores. Además, nuestros clientes han dejado claro que no quieren la fruta por los riesgos potenciales que conlleva", explica.
La eliminación de esta fruta (que se convertirá en biocombustible) tiene un coste estimado de 34 millones de dólares para Zespri. Te Brake menciona que la empresa continúa en comunicación con sus socios aseguradores y transportistas, aunque "el valor de la recuperación no se conocerá hasta que finalice el proceso de reclamaciones, un proceso que llevará algún tiempo".
Colin Bond, director ejecutivo del grupo de productores NZKGI, señala la conmoción y la decepción de los productores ante la pérdida, pero apoya la decisión de Zespri de destruir la fruta afectada. Bond asegura que Zespri ha mantenido al sector informado y ha tomado las decisiones adecuadas. A pesar de las implicaciones económicas para los productores, se espera que Zespri gestione las reclamaciones con su aseguradora para minimizar el impacto.
Fuente: simfruit.cl