"El sector frutícola sigue siendo interesante y, si cabe, más desafiante hoy en día, puesto que las amenazas externas han aumentado enormemente". Así se expresa Gary Britz, director general de la exportadora sudafricana de productos hortofrutícolas ELE™ Trading, con sede en Ciudad del Cabo.
"Si comparamos nuestro análisis DAFO de 2014 con el que acabamos de hacer en 2024, es radicalmente diferente, hay muchísimas más amenazas. Están los efectos de la covid, el aumento de las tarifas de transporte, los problemas portuarios, El Niño, el problema de Gaza, Ucrania y el encarecimiento de los fertilizantes. Además, el flujo de caja se ha convertido en algo muy importante. Es difícil conseguir que los receptores se comprometan a pagar. Todo el mundo tiene problemas de liquidez. Este sector es muy difícil, sobre todo si eres un exportador mediano o pequeño", explica.
La temporada de cítricos comienza a ritmo lento
"Necesitamos desesperadamente lluvia y más frío, algo que no hemos tenido en el Cabo Occidental. Que haga más calor es un gran problema porque retrasa la coloración y atrae a los insectos, y que el fruto se quede pequeño también es un problema. En el norte del país ha llovido mucho, lo que ha tenido una gran repercusión en la cosecha de limones tempranos. Las últimas estadísticas de la CGA muestran un buen volumen de limones. Los demás cítricos van lentos y con retraso. Ya se han cargado los primeros buques con destino a Estados Unidos, y Canadá todavía está en marcha; no es que nos esté pidiendo existencias a gritos, pero está en marcha. En Europa todavía hay muchos limones de España. En el sudeste asiático hay muchos limones de China, también en Hong Kong, pero en uno o dos meses se acabarán. Esto ha afectado a los envíos de limones y a los precios. Están llegando naranjas Navel de Sudáfrica, mientras que Egipto todavía tiene muchas existencias de Valencia. Por lo tanto, hay que tener cuidado con la calidad de lo que se envía", resume Britz el inicio de la temporada.
Dice que las preferencias de los mercados han cambiado mucho y también los precios que pagan por los diferentes tipos de cítricos. "En China, la demanda de Star Ruby ha disminuido y los precios han bajado en los últimos ocho años, lo cual es preocupante. Los precios cayeron casi hasta alcanzar el coste de producción. Siempre preocupa el volumen de plantaciones de cítricos del grupo de las mandarinas y clementinas, que es asombroso. Será interesante ver cómo se comportarán en los próximos dos o tres años; se afirma que les están quitando espacio a las naranjas en los lineales. La cuestión es qué hacemos con el enorme volumen de existencias de categoría 2, entre el 15 y el 20%. Muchas de las variedades marginales tardías más antiguas van a sufrir la presión de algunas de las más nuevas".
Britz, que también forma parte de la junta directiva del organismo de exportadores FPEF, afirma que la infraestructura sudafricana no ha mejorado en absoluto. En el puerto de Durban sigue habiendo problemas de equipamiento y retrasos. La absorción de la terminal por parte de una empresa privada está paralizada en los tribunales. Mientras tanto, el plan Vision 260 de la CGA, que prevé que Sudáfrica pase de 180 millones de cajas a 260 millones, no está tan lejos; solo faltan ocho años, señala Britz. "En cuanto a la privatización del ferrocarril, se está a la espera de las elecciones para comprometerse. Todo depende de quién gane las elecciones".
"Hemos llegado a la conclusión de que no estamos en el negocio de la exportación de fruta, sino en el de la gestión de riesgos. Se trata de la seguridad del suministro y la gestión del riesgo, eso está muy claro. En eso debemos centrarnos. Hay que tener receptores fiables que sean solventes. Si no te pagan por uno o dos contenedores, estás muerto", advierte Britz.
Britz apunta: "Somos un pequeño exportador de fruta y nuestra esperanza es sobrevivir y seguir en el negocio gestionando nuestros riesgos".
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Gary Britz
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