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Tomra

La maquinaria garantiza la seguridad y calidad de las lechugas ecológicas envasadas en una cooperativa italiana

Tino Bellina abandera el sector de la lechuga de invernadero desde hace 35 años, lo que le ha valido el apodo de "el Steve Jobs de la cuarta gama". Revolucionó el mercado a finales de la década de 1980 con la introducción de brotes tiernos prelavados en bolsas, lo cual supuso un cambio radical en el panorama del sector hortofrutícola.

Esta clarividencia lo llevó a invertir en una envasadora para embolsar lechugas cultivadas inicialmente en Bérgamo y más tarde en la Piana del Sele, cerca de Nápoles, donde los brotes tiernos maduran en la mitad de tiempo. De este modo se aseguraba la producción durante todo el año, que comercializaba bajo la marca Ortobell. El punto de inflexión llegó en 2001, cuando, en la cima de su éxito, vendió Ortobell a la multinacional francesa Bonduelle.

En ese momento, Tino Bellina detectó una creciente demanda de ensaladas envasadas producidas según los preceptos de la agricultura ecológica de alta calidad, y creó OP La Maggiolina, que dirige con sus hijos Marzia y Manuel y su yerno Davide. La cooperativa, fundada sobre principios de calidad y seguridad, continúa su legado de excelencia en el sector de las ensaladas de brotes tiernos o baby leaf. OP La Maggiolina desarrolla su actividad en Lombardía, Véneto y Campania con 14 productores asociados y 320 hectáreas de invernaderos, 200 de ellas dedicadas a la agricultura ecológica, y tres instalaciones de producción en Martinengo, Éboli y Mira. La cooperativa, que se enorgullece de la alta calidad de los productos que entrega a los consumidores, ha integrado con éxito en sus instalaciones las clasificadoras de Tomra Food. Estas máquinas utilizan tecnología avanzada de sensores para identificar y seleccionar lechugas, valeriana, rúcula y espinacas con un desperdicio mínimo.

Tecnologías de vanguardia para enfrentar los retos del sector
La decisión de adoptar tecnología punta, como las clasificadoras de Tomra Food, refleja un compromiso más amplio para afrontar los numerosos retos del sector hortofrutícola. Entre ellos se incluyen la escalada de los costes de la energía, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible esbozados en la Agenda 2030 y la lucha constante por conseguir mano de obra cualificada. Con tecnología punta como la de Tomra, cada hoja se analiza meticulosamente a gran velocidad, lo que da como resultado un producto limpio y seguro.

"Las máquinas Tomra han revolucionado nuestros procesos de clasificación, aumentando la eficacia y minimizando los residuos. Cada hoja se evalúa meticulosamente, lo cual garantiza que solo los mejores productos lleguen a las mesas de los consumidores", asegura Tino Bellina. Sus clasificadoras ofrecen múltiples ventajas, como la máxima seguridad alimentaria, una clasificación superior de los productos, una capacidad optimizada de la línea de producción y un funcionamiento sencillo. Esta tecnología proporciona una mayor uniformidad en la calidad del producto, al tiempo que permite redistribuir a los empleados que antes trabajaban en la clasificación manual a áreas más críticas de la línea de producción.

Gianluca Coloretti, de Tomra Food Italia, ha declarado: "En la búsqueda de tecnologías innovadoras de clasificación de alimentos para satisfacer las cambiantes demandas de los consumidores, las soluciones de Tomra están demostrando una extraordinaria eficiencia en diversas aplicaciones, especialmente en el sector hortofrutícola. La tecnología óptica automatiza el proceso de clasificación, aumentando la calidad y la productividad de la línea de producción. Además, mantiene un estándar coherente de inspección, lo cual eleva la seguridad de los productos alimentarios que llegan a los estantes de los supermercados".

Para más información:
Tomra
www.tomra.com

Fecha de publicación: