Tras trabajar durante más de diez años en la hostelería, Jorn Poelman decidió hace cinco años dedicarse al comercio de frutas y hortalizas de la mano de su padre Wolter. Tras varios años trabajando como empleado, los Poelman decidieron abrir su propio negocio el 1 de enero: Veggiehouse. "Veía mucha opacidad en el comercio de productos hortofrutícolas. Nadie sabe de dónde viene la mercancía, cuánto se gana con ella. Me pasó que vendí pimientos de una cooperativa holandesa a un rumano, que luego los vendió a un exportador holandés. Pensé que esto tenía que cambiar".
Dicho y hecho. Poelman alquiló una oficina de 30 m² en el municipio de Borger, en la provincia de Drente. "Empecé con un cliente checo y le expliqué que podíamos trabajar de dos maneras: o hacemos negocios de la manera tradicional, o lo hacemos todo en abierto. Le expliqué exactamente qué producto estaba adquiriendo, cuánto debería recibir el productor por él y cuál era mi margen. Al principio le pareció extraño, pero hemos acabado haciendo muchos negocios. Él sabía exactamente lo que ganaba yo, yo sabía exactamente a dónde iban los productos y eso nos permitió construir una relación de confianza. ¡Desde ese momento, supe que tenía que funcionar!".
Jorn Poelman.
"Con otro gran supermercado con el que nunca antes había tenido trato conseguí un gran contrato en 24 horas. Se preguntaban cómo podíamos ofrecer precios tan competitivos. Bueno, tal y como les expliqué, no tenemos que afrontar los altos costes de un almacén o edificio. El coche lo comparto con mi padre. En Bleiswijk disponemos de instalaciones para carga y descarga, donde pagamos por pallet, lo que reduce bastante los costes. Al fin y al cabo, perseguimos ser más económicos para que el productor pueda ganar más. Ahora mismo, trabajan muchas horas al día y casi todas las ganancias van a parar a otros eslabones de la cadena. Eso es lo que queríamos cambiar".
Trabajar con honestidad, sin agendas ocultas
Veggiehouse se estrenó con el comercio de hortalizas cultivadas al aire libre, pero ahora también comercializa hortalizas de invernadero y peras. "Con las peras sucede mucho que los comerciantes ayudan a los productores al principio de la cosecha con un anticipo para financiar la cosecha, pero al final estos reciben un precio demasiado bajo y entran en un círculo vicioso del que no es fácil salir. El supermercado siempre es el que sale ganando. Quiero evitar que eso suceda trabajando de manera abierta y honesta, sin agendas ocultas, exactamente al revés de como funcionan actualmente las cosas en el sector hortofrutícola, en el que los productores están bajo mucha presión y sufren mucha incertidumbre".
Y todo eso desde el municipio holandés de Borger, nada menos. "Para el comercio, no importa mucho dónde estés. ¿Es más necesario estar siempre cerca del producto, o conocer bien a tu productor y cliente? Nosotros creemos que esto último es mucho más importante. Toda la información es accesible mediante un teléfono y tratamos de que los productos vayan lo más directamente posible del productor al cliente. De esa forma, no necesitas estar en Barendrecht o en Westland. Pagamos solo unos pocos cientos de euros de alquiler al mes y estamos contentísimos", dice Jorn.
Hasta ahora, Jorn afirma no haber tenido que enfrentarse a resistencia alguna a su forma transparente de trabajar. "Mucha gente dice que es buena idea, pero no saben si la cosa durará. Y honestamente, yo tampoco lo sé. Pero espero que si funciona, más productores comiencen a preguntarse qué está pasando con sus productos y que decidan unirse. Puede sonar cliché, pero creo en un mundo más justo y creo que al establecer cadenas transparentes y honestas podemos contribuir a hacer del mundo un lugar un poco más justo".
Para más información:
Jorn Poelman
Veggiehouse
IJzertijdstraat 13
9531 RA Borger (Países Bajos)
Tel.: +31 180 794 151
Móvil: +31 620 358 772
[email protected]
www.veggiehouse.nl