La distribución hortofrutícola es un mundo bastante complejo y la dinámica que la rige no sólo tiene en cuenta el equilibrio entre la oferta y la demanda, elementos ciertamente importantes pero reduccionistas en un sistema globalizado. Un ejemplo de ello es Alifresca, una empresa 100% Coop Suiza, un holding con sede en Basilea y una oficina en Verona y otra en Valencia. La distribución se realiza principalmente en siete países diferentes del Grupo Coop, como son, por supuesto, Suiza para la gran distribución en general, Francia para el segmento Cash & Carry y Food Service, y España, Alemania, Polonia, Rumanía y Austria de nuevo para el segmento Cash & Carry y Food Service.
Vladimir Cob.
En una entrevista, Vladimir Cob, CEO de Alfresca, que ha estado visitando Sicilia en los últimos días, habla de la empresa desde su punto de vista, refiriéndose a Italia como un país estratégico para el suministro de productos hortofrutícolas, pero también sobre cómo la empresa se está preparando para los cambios históricos que se están produciendo en el mundo.
"Italia está geográficamente muy cerca de Suiza, por lo que tiene un valor privilegiado en nuestras relaciones comerciales", afirma. No olvidemos que el italiano es una de las tres lenguas oficiales de la Confederación Helvética y que también existe un vínculo en las tradiciones sociales y culinarias. Y por eso el 35% de nuestros volúmenes comercializados proceden de Italia; de ellos, el 25% son productos ecológicos. Se trata de una gama completa, desde hortalizas hasta frutas, con los únicos límites impuestos por Suiza en determinadas épocas del año, cuando, eso sí, se dispone de producción local".
¿Es barato importar de Italia?
"No estamos en Italia por una cuestión de precio, sino por la calidad que expresa la agricultura italiana y con la que se reafirma en el mundo", responde el director. "La particularidad de Italia es su gran biodiversidad de territorios que los suizos conocen bastante bien. Por el contrario, España se identifica por su complejidad, de manera genérica, independientemente de las zonas de producción. Por otra parte, Italia y la italianidad expresan una imagen muy positiva a nivel mundial; pero pensar que un negocio puede basarse en conceptos estereotipados es un grave error. Estamos en Italia y en Sicilia porque, con el tiempo, hemos construido relaciones de confianza basadas en la credibilidad de los proveedores y en la calidad de los productos, y no solo en el precio. Lo que Italia está perdiendo, sin embargo, es su diversificación en gamas varietales, cada vez más orientadas a la estandarización. Es necesario redescubrir las peculiaridades ligadas a los territorios, la verdadera riqueza de Italia: frutas como el kaki, el kiwi o la fruta de hueso viven un momento de excesiva estandarización y acabarán perdiendo terreno".
"Por el contrario, los productores que consiguen mantener su carácter italiano trabajan muy bien con nosotros, entre otras cosas porque nunca se dejan llevar por la proximidad, sino que destacan por su seriedad, que se convierte en un valor añadido para nosotros", continúa Cob. "Entre las principales referencias figuran los cítricos, las uvas de mesa y los tomates, pero hay un gran redescubrimiento de las cerezas, las frutas de hueso, las brasicáceas y, a partir de este año, para sorpresa de todos, también los espárragos, que, junto con los demás productos mencionados, han conquistado a los consumidores suizos y europeos".
Los retos futuros de Alifresca
"Nuestros próximos retos están principalmente fuera de Italia, debido a la escasez de mano de obra y al cambio climático, que se ha convertido en un gran problema", aclara el experto. "Por desgracia, pasamos de la sequía a las inundaciones en el espacio de unas pocas semanas, de una parte del país a otra. Los costes de producción aumentan y el crédito bancario es cada vez menos accesible para las pequeñas y medianas empresas. A esto hay que añadir los fenómenos especulativos directos e indirectos, ligados a la situación geopolítica internacional".
"En el contexto general, Italia, que produce en gran medida para el mercado nacional, tiene ventaja sobre España, que está orientada casi exclusivamente a la exportación y, por tanto, tiene más margen de estabilidad", revela Cob. Aunque las exportaciones italianas corren el riesgo de ralentizarse a causa de actores relativamente nuevos como Turquía, Macedonia y Grecia, que se unen a fuertes competidores históricos como España y los países del Magreb. La situación bastante fluida a nivel mundial y el cambio climático sobre todo nos plantean la necesidad de encontrar alternativas para complementar el suministro que se ha vuelto cada vez más complicado. En este nuevo escenario, prevemos inversiones, que se están sopesando. El siguiente nuevo actor para nosotros, aunque no uno de los principales, es Albania, un país no perteneciente a la UE, como Suiza, donde la burocracia es más ágil. No se trata de una elección al azar, ya que, si bien el italiano es lengua oficial en Suiza, en realidad está relegada después del albanés, que se ha convertido en la tercera lengua más hablada. En Albania, Coop Suiza invertirá en instalaciones, formación y producción de comercio justo, en línea con la trayectoria de Coop como empresa líder en sostenibilidad laboral y medioambiental, con las certificaciones internacionales más importantes en este sentido".
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Vladimir Cob Sevilla
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