Las variedades híbridas supusieron el cambio "más significativo de los últimos 30 años" para el cultivo de cebollas en España, señala David Casanoves, de Agriseeds, permitiendo una transformación drástica de la industria gracias al rápido desarrollo de una gama completa de variedades mejoradas y adaptadas a la climatología de las diferentes zonas del país en todos los ciclos: temprano, intermedio y tardío.
"En Agriseeds, en su momento, fuimos pioneros en trabajar con cebollas híbridas en el mercado español. Desde el inicio, hace ya más de 25 años, trabajamos con semillas japonesas, que tienen una genética muy perfeccionada, y nos hemos especializado en el segmento de las variedades tempranas y semitempranas".
"El mercado está buscando siempre innovar, algo que se valora cada vez más, y es más exigente en cuanto a los requisitos que deben de cumplir los productos; la competencia es feroz y, cuanta más hay, mejor debe ser tu producto", explica. "En cebolla, en concreto, lo que el mercado demanda son variedades de alto rendimiento, que ofrezcan una buena conservación y que tengan buenas pieles".
"En ese aspecto, nosotros ofrecemos materiales tempranos con muy buen color, muy buena conservación y, algo muy importante, con mucha firmeza. Uno de los problemas más acuciantes que tiene el campo, aplicable a otros productos además de la cebolla, es la falta de mano de obra y el incremento de su coste, lo que empuja a los agricultores a una mayor mecanización en las recolecciones".
"En cebolla, la recolección mecánica solo se puede realizar si se dispone de un material resistente, que no sufra magulladuras para que no genere ningún tipo de reclamaciones en los lineales, y nosotros lo hemos conseguido en este segmento temprano con variedades como Arana y Terena; dos cebollas para producciones del mes de mayo que funcionan muy bien en siembra directa, y que reúnen tamaño, firmeza, conservación y rendimiento. En estos momentos se están recolectando en zonas como Lebrija, Sanlúcar de Barrameda, Alcalá del Río o Palma del Río, donde dan muy buenos resultados".
"Los precios de la campaña pasada han hecho que muchos productores se hayan animado a plantar cebolla este año"
En las últimas temporadas la cebolla ha vivido un "resurgir" con cotizaciones que repuntaron notablemente llegando incluso a superar puntualmente los 77 céntimos por kilo en la segunda mitad de abril del año pasado, según recogen los boletines de precios medios nacionales del MAPA; no obstante, tras un periodo ciertamente positivo, en estos momentos los precios han caído a valores que recuerdan a los de la década anterior.
Fuente: MAPA.
"Los precios en cebolla empezaron a subir hace dos años y se han mantenido muy atractivos desde entonces durante toda la campaña, lo que ha hecho que mucha gente se animara este año a plantarla", prosigue David. "De alguna manera se puede decir que esto ha truncado ese 'resurgir' que habíamos visto en el sector de la cebolla, con una oferta que actualmente no está alineada con la demanda".
"Ahora mismo se están viendo precios en campo de hasta 15 y 10 céntimos por kilo que no cubren ni siquiera costes de producción. En los supermercados los precios aún siguen altos, y si no han bajado es porque están aprovechando los precios elevados de atrás, por lo que no sabemos si esta caída de los precios en campo se trasladará al retail y al consumidor final, que sigue pagando las cebollas caras".
"Por otro lado, vemos que los supermercados están ampliando cada vez más el periodo en el que solo trabajan con importaciones; de Perú, de Chile, de Nueva Zelanda e incluso de China, que tiran los precios para arriba en el lineal y perjudican al producto nacional. Aunque, siempre hablamos de supermercados, pero hay un destino que para la cebolla que tiene un peso también muy importante que hay que tener en cuenta, y es la industria".
"El 30% de las cebollas que se producen en España, o incluso un porcentaje superior, van destinadas a las fábricas. Los precios de estos años, demasiados altos para la industria, hicieron que muchas fábricas, congeladoras y procesadoras tuvieran que comprar su materia prima más barata en otros países, porque en los procesos de transformación los precios son determinantes; y, si ese 30% –de los hasta 1,4 millones de toneladas de cebollas que se producen en España– no sale del todo, ya que la industria seguirá comprando cebolla barata española o no, en el contexto de un mercado de consumo muy maduro y estable, deberíamos empezar a potenciar las exportaciones".
"Frente al resto de Europa, España tiene una ventana muy interesante de mayo a julio, que es cuando los países productores, principalmente Países Bajos, solo comercializan cebolla que lleva almacenada en cámaras del orden de 7 meses".
"Nosotros podemos entrar a Europa con producto nuevo y fresco con un diferencial de calidad que debemos saber aprovechar, sobre todo si ya contamos con variedades con firmeza, color y conservación, y además tempranas y extratempranas, como las nuestras en Agriseeds".
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