El pasado jueves, Perú celebró el Día Internacional de la Papa, un cultivo emblemático del país andino que, sin embargo, ha experimentado una caída en su producción por primera vez en siete años. La Red de Estudios para el Desarrollo (Redes) ha advertido sobre la vulnerabilidad de este cultivo a los factores climáticos adversos y plagas, como la papakuro o gusano de la papa. Según Redes, el 64% de las cosechas de papa en Perú se realizan bajo condiciones de secano, lo que las hace especialmente susceptibles a periodos de sequía.
Perú, líder en la producción de papa en América Latina y hogar de más de 3.000 especies, ha vio descender su producción casi un 10% en 2023, alcanzando 5,4 millones de toneladas en comparación con los 6 millones del año anterior. Este descenso se atribuye a fenómenos climáticos como El Niño Costero y a sequías prolongadas que han afectado particularmente al departamento de Puno, en el sur del país, donde la producción se redujo de 998.000 toneladas en 2022 a 596.000 en 2023.
César García, economista de Redes, señaló la importancia de la papa en la industria alimentaria y la economía peruana, destacando la necesidad de abordar los problemas que impactan directamente a las familias productoras y sus ingresos. Además, resaltó la baja productividad del cultivo en Perú, con una productividad promedio de 16,9 toneladas por hectárea, significativamente menor a la de países como Argentina, Brasil o México, que superan las 30 toneladas por hectárea.
Para mejorar esta situación, García sugiere la capacitación de los agricultores en prevención y control de plagas, así como la promoción de programas de formación adaptados a las condiciones geográficas específicas de cada zona de cultivo y el uso de tecnología adecuada, incluyendo semillas de alta calidad genética.
Fuente: efeagro.com