Aunque se esperaba que la temporada de cerezas en Francia fuera muy precoz este año, la lluvia y las bajas temperaturas primaverales acabaron por retrasar la cosecha. Un comienzo de temporada difícil debido al tiempo caprichoso: "Recogimos las primeras cerezas el 13 de mayo. Las precipitaciones que cayeron en los campos causaron muchos daños, así que tuvimos que descartar muchos lotes para quedarnos solo con las cerezas de calidad. Solo se pudo comercializar la fruta bajo lona", explica Alexandre Cancel, presidente de Vergers Cancel.
Fotografía cedida por Vergers Cancel.
Fotografía cedida por Vergers Cancel.
De la escasez al exceso de oferta
Al principio de la temporada francesa, el mercado se enfrentaba a una escasez de oferta, pero la situación se ha invertido por completo en la actualidad. "La semana pasada, todas las cuencas de producción se solaparon, lo que dio lugar a una oferta abundante de cerezas que chocó con un consumo casi inexistente, debido al mal tiempo y al final del mes. El resultado fue una oferta excesiva en comparación con la demanda, y los precios evolucionaron en consecuencia. Mientras que hace 15 días estaban muy elevados, la semana pasada bajaron y, desgraciadamente, han seguido bajando después de este fin de semana". 
Fotografía cedida por Vergers Cancel.
Fotografía cedida por Vergers Cancel.
El consumo debería recuperarse pronto
Sin embargo, puede que lo peor haya pasado y que la campaña de cerezas de 2024 se recupere pronto. "Los precios bajarán ahora en las tiendas y se crearán promociones, lo que sin duda tendrá un impacto positivo en el consumo. Además, el buen tiempo acabará llegando, y la calidad de las cerezas que tenemos ahora es excelente, con lotes sanos y de muy buen sabor. Esperamos que el mercado recupere pronto el equilibrio".
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Alexandre Cancel
Vergers Cancel
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