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Alonso Puga, de Proserla:

"Este año, la cosecha de palta viene más escalonada y podremos recolectar la fruta hasta mediados de junio"

Tras un 2022 marcado por tarifas muy altas para el transporte marítimo y por la escasez de fertilizantes y un 2023 determinado por condiciones meteorológicas adversas, el sector hortofrutícola peruano intenta levantarse de la mejor manera posible, afrontando los retos futuros con mucho optimismo, perseverancia e ingenio. También Proserla, una empresa productora y empacadora del norte del Perú, especializada en uvas de mesa, paltas y limas, espera recuperar este año el potencial productivo y el éxito comercial de antes del 2022.


Alonso Puga.

Proserla fue fundada en el 2006 y es propiedad de dos familias, los Mustafá y los Puga. "Empezamos con el cultivo de pimientos y 10 hectáreas de uvas de mesa", comenta el gerente general Alonso Puga. "De hecho, fuimos una de las primeras empresas productoras de uvas de mesa en el norte del Perú. Hoy en día gestionamos 250 hectáreas de uvas de mesa, cuya cosecha se lleva a cabo de septiembre a diciembre, 200 hectáreas de paltas, con un calendario desde enero a mediados de mayo, y 75 hectáreas de limas Tahití, que comercializamos durante todo el año, con máximos de ventas entre febrero y abril y entre octubre y noviembre".


La primera limpieza de las paltas destinadas al mercado chino se hace en campo.

Abandono del cultivo de mango
En el pasado, la empresa también producía mangos en una superficie de 120 hectáreas, pero cuando en 2017 se hizo evidente la diferencia entre el cultivo del mango y el de la palta en lo que respecta al resistir las condiciones húmedas bajo la influencia de El Niño, la directiva apostó por arrancar los árboles de mango y sustituirlos por plantas de palta. "Además, la palta se defiende mejor en el mercado", sostiene Alonso.


Cinta transportadora con paltas.

Proserla da trabajo a unas 500 personas durante todo el año, con un máximo de 1.000 en la época de poda y recolección de uvas de mesa, a las que se suman otros 1.000 trabajadores y trabajadoras en la planta empacadora en el punto álgido de la cosecha. "Y con la producción de arándanos en el país, que necesita de mucha mano de obra, la competición en el mercado laboral es feroz, lo que empuja hacia arriba los salarios en el sector hortofrutícola peruano".


Línea calibradora Maf Roda con 6 canales.

Cinco variedades de uvas de mesa
En lo que respecta a las uvas, Proserla cultiva cinco variedades: Red Globe (50 ha), Autumn Crisp (140 ha), Scarlotta (5 ha), Sweet Globe (30 ha) y Sweet Celebration (25 ha). "El empaque se hace en nuestras propias instalaciones, donde damos servicio también a terceros. Alcanzamos una media de procesamiento de 200 toneladas de uvas de mesa por día en la planta empacadora. El 50% de nuestras uvas de mesa se destina al mercado europeo, el 40% a América del Norte y LATAM y el 10% a China. Y si bien el mercado europeo tiene una postura más estricta en cuanto a los LMR, el mercado estadounidense se muestra más riguroso en el tema fitosanitario, para evitar la introducción de plagas".



El año pasado la uva de mesa fue afectada por las condiciones desfavorables producidas tanto por el ciclón Yaku en los meses de marzo y abril, como por el cálido invierno efecto del fenómeno de El Niño, de acuerdo con Alonso. "Se produjo una merma de alrededor del 40% en la cosecha de las uvas Autumn Crisp, Sweet Globe y Red Globe. Por otro lado, Scarlotta y Sweet Celebration se vieron ligeramente afectadas. Para el 2024, la temporada se muestra prometedora, con mayor fertilidad en las plantaciones. Las lluvias del fenómeno de El Niño no sucedieron como se temía. El fenómeno ha terminado y las plantas poco a poco están alcanzando su estado de madurez fisiológica. De hecho, en todo el Perú se espera una campaña de mayor producción tras un año en el que el aforo se redujo en un 12%".


Cajas de plástico de 10 kg.

"El ajedrez que tendremos que jugar"
Y es que el año pasado, tras el paso del ciclón Yaku en el mes de abril, que dejó unos 700 mm de lluvia en solo ocho semanas, las temperaturas mínimas de 21-23 grados centígrados superaron con creces los 17-18 grados centígrados habituales en el período invernal. "El ritmo de crecimiento de las vides se alteró. Si en un año normal el tiempo entre la poda y la recolección en las uvas Autumn Crisp es de 160 días, el año pasado apenas pasaron 125 días. Y si los racimos suelen venir con un peso de 700-750 gramos, la temporada pasada solo alcanzaron los 300-350 gramos. También este año el reto será grande, no solo porque tenemos que superar las pérdidas económicas sufridas en la temporada pasada, sino también porque saldrán volúmenes muy grandes al mercado desde el Perú, donde las condiciones meteorológicas están siendo favorables para la uva de mesa, un cultivo cuya superficie plantada consiste mayoritariamente en variedades modernas plantadas en estos últimos años. Con tales volúmenes, necesitaremos una estrategia de ventas basada en la calidad y la oportunidad de las cosechas. Ese es el ajedrez que tendremos que jugar", expresa Alonso.

Tamaños pequeños en paltas
En cuanto a la palta, Proserla se encuentra en la recta final de su campaña. "En una temporada normal, las últimas paltas se cosechan a mediados de mayo. Este año, sin embargo, debido a los diferentes períodos de floración por las altas temperaturas del invierno pasado, la cosecha viene más escalonada y podremos recolectar la fruta hasta mediados de junio. No obstante, por el alto grado de radiación y el bajo nivel de humedad en verano los calibres se han visto afectados. No es que la fruta no madure o el contenido de materia seca se quede atrás, pero el tamaño medio de la fruta es simplemente más pequeño. De hecho, esperamos tener una cosecha un 20-30% inferior este año. Si el año pasado registramos un rendimiento en campo de unas 24-25 toneladas por hectárea, este año apenas alcanzamos las 17-18 toneladas por la afectación del calibre".


Las cajas se configuran manualmente.

Precios atractivos en el mercado local para la lima Tahití
El 95% de las paltas producidas por Proserla se destinan a la Unión Europea, el 5% restante se envía a China. Las limas, en cambio, se exportaban tanto a los EE. UU. como al mercado europeo. "El cultivo de la lima también se vio afectado por El Niño y el ciclón Yaku, puesto que la lima es una fruta muy susceptible a la lluvia. En la segunda parte de la temporada, entre julio y septiembre, la disponibilidad de producto fue muy baja, por lo que el mercado local, que es un gran comprador de limas, se presentó con precios muy atractivos. Incluso en estos momentos preferimos comercializar las limas en el mercado interno, también porque el mercado estadounidense está bien abastecido con producto mexicano y el mercado europeo con fruta de origen brasileño", concluye Alonso Puga.


Proserla cultiva variedades de uva de mesa modernas sobre una superficie de 200 ha.

Para más información:
Alonso Puga (gerente general)
Proserla
Calle Antolín Flores 1580
Jayanca (Lambayeque) – Perú
Tel.: +51 979 344 611
[email protected]
www.proserla.com