El Cerezo Agrio (Phyllanthus acidus)
El Cerezo agrio es un árbol de 3 hasta 9 metros de alto. Tronco de unos 13 cm de diámetro; corteza de color gris-verdoso, agrietada y ligeramente escamosa; corteza interna de color rosado y casi sin sabor. Ramas principales marcadas por las cicatrices de las ramas primerizas caidas.
Sus hojas son alternas, simples, dispuestas en dos hileras a lo largo de ramitas delgadas que le dan aspecto de hojas pinnadas, de 2 a 7 cm de largo, deciduas, aovadas, cortamente agudas en el ápice, redondeadas en la base. Pecíolos muy cortos. Estípulas 2, angosto-triangulares a manera de escamas puntiagudas de más o menos 1 mm de largo.
Sus flores son diminutas, rojas a moradas; nacen mayormente en raquis delgados (panículas), de 6 a 10 cm de largo. Flores masculinas y femeninas mezcladas en el mismo racimo (monoicas). Cáliz con 4 lóbulos extendidos. No tiene pétalos (apétalas). Las flores masculinas presentan además 4 estambres y las femeninas un pistilo.
Sus frutos son bayas globoso-deprimidas, con 6 a 8 ángulos en forma de estrella, de 1 a 2 cm de diámetro, de color amarillo-claro, en racimos a lo largo de un eje delgado colgante. Pulpa jugosa, agridulce, con pocas semillas.
Esta planta se puede propagar por semilla y por estaca. No es exigente al tipo de suelo, pero los prefiere con buen drenaje. Requiere de climas cálidos. Su crecimiento es rápido.
Los frutos son comestibles. Se consumen frescos, pero por su acidez se usan principalmente en la preparación de jaleas, conservas y dulces en general. Al cocerlos con azúcar se vuelven de color rojo brillante, y de ellos resultan exquisitas conservas.
En la medicina popular las raíces y las semillas tienen varias aplicaciones. Constituye también una bella planta ornamental.
Por: Prof. Christian Cazabonne
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