El cultivador holandés Twan van Heel se especializa en el cultivo de fresas y posee un invernadero de 5.000 m2. "Es un gran desafío alcanzar la calidad prevista. Somos una compañía relativamente pequeña, esto significa que tengo una buena visión general y un estricto control sobre la situación. En este sector se depende de varios factores como el sol, el abastecimiento de agua, la temperatura correcta, para conseguir el color y el sabor que se quiere."
El Sr. van Heel solía era un cultivador de setas, pero cuando vio el declive del sector cambió a las fresas. "Hasta ahora el negocio ha sido bueno, pero se puede decir que el mercado es más fluctuante de lo que solía ser. Actualmente, los precios son muy buenos, pero esto puede cambiar de repente. Lo mejor que se puede hacer es seguir distinguiéndose."
"Lo mejor acerca de las fresas es que no es un producto estándar. Te permite asumir el desafío e ir por la mejor calidad". Él es optimista sobre el futuro: "Espero que los precios suban en las próximas semanas. Es probable que la demanda aumente y eso siempre es bueno."