De acuerdo con Francisco Espinel, de FedCo, una cooperativa bananera con sede en Mindanao, comenzó en 2005 en lo más alto de la industria de exportación de bananas frescos.
Normalmente, los exportadores comprarían bananas frescas a agricultores y productores en base a un contrato que dura entre 3 y 5 años. Estos contratos obligan a vender la producción en exclusiva a un comprador por un precio establecido. A su vez, el comprador está obligado a comprar todas las bananas producidas por el agricultor, independientemente de la demanda.
Se supone que este sistema resulta beneficioso para las dos partes porque proporciona al agricultor unos ingresos garantizados al mismo tiempo que asegura al comprador un volumen de exportación fiable.
La demanda mundial de bananas alcanza su punto álgido desde enero a mayo, pero durante estos meses es también cuando los productores de bananas experimentan un declive de la producción. A menudo, los compradores tienen dificultades para satisfacer la demanda.
Entonces es cuando se vende bajo mano.
Para satisfacer la demanda de exportación, algunos compradores puntuales visitan a los agricultores y los persuade para romper sus contratos o cambiarlos brevemente para vender su producción, sin importar la calidad, a un precio mayor.
Fernando Betonio sénior, también de FedCo, ha dicho que esta práctica es muy perjudicial para la industria. Algunos agricultores han informado de que no han recibido el pago de los compradores puntuales y además pueden, evidentemente, perder sus contratos con los compradores legítimos. Asimismo, obliga a los compradores legítimos a realizar compras bajo mano para satisfacer la demanda.
Como muchos compradores puntuales no disponen de las instalaciones adecuadas para almacenar el producto, a menudo se exporta fruta de mala calidad, de ahí la afirmación de que, en parte, esta se a la razón que está tras los problemas con China.
Para controlar este problema, y aparte de la estricta política de acreditación de exportador, a la agencia Bureau of Plant Industry-Plant Quarantine Services (BPI-PGS) se le ha encargado la tarea de localizar a los que venden o compran bajo mano. Además, la BPI-PQS controlará de forma continua la información del productor para validar el volumen de las exportaciones en todos los puertos del país.
Asimismo, solo a los compradores con volúmenes validados de bananas se les permitirá realizar exportaciones.
Fuente: gmanetwork.com (en inglés)