Como afirma la asociación alemana Agrarmarkt Informations-Gesellschaft (AMI) en su página web, la presión en la oferta y en el precio de los tomates continúa. Tanto los precios en los Países Bajos como en Bélgica han seguido cayendo hasta mediados de la semana 24.
La oferta disponible en los mayoristas alemanes sigue siendo mayor que la demanda, por lo que no hay margen para incrementar los precios. No obstante, recientemente ha aumentado la demanda gracias a las condiciones meteorológicas. En la semana 24, el número de hogares alemanes que compraba tomates incrementó a un 15 %, hasta ahora el valor más alto en lo que llevamos de año. Además, en comparación con el año anterior, el número de hogares que han comprado tomates es claramente superior. Esto podría deberse a que los consumidores tienen que pagar menos por los tomates que el año pasado. El precio medio de venta era de 1,60 euros el kilo en la semana 23, precio un 14 % menor que el año pasado.