Tony Brown, el antiguo jefe de seguridad en la casa solariega Knowsley, propiedad de Lord Derby, y su hermano Adrian, agente de policía retirado, están acusados de registrar una empresa de importación tapadera para importar 107 kilos de drogas de clase A desde Sudamérica.
Entre los palés del pedido de fruta de la empresa de los Brown sita en Knowsley, Oska Catering Liverpool Ltd, se encontraron fardos de cocaína en enero de 2011. Tony Brown declaró en el tribunal de Ipswich Crown que sabía que unos delincuentes querían utilizar la empresa como tapadera para introducir la droga de alta pureza. Aseguró a un jurado que creía que era considerado un informante por la Policía de Merseyside y que, por tanto, sería inmune a las acusaciones.
Brown contó a los miembros del jurado que había sido informante de la Policía de Merseyside desde 1994 y que había aportado información sobre delitos de asesinatos y drogas de forma “continuada”. Reconoció que tenía relación con "importantes delincuentes envueltos en delitos de drogas, mafias, graves tiroteos y, en ocasiones, asesinatos".
Fue arrestado junto con su hermano después de que se encontraran 205 paquetes de 500 gramos de cocaína con una pureza del 62 por ciento en el cargamento de piñas. Leon Mitchell, de 44 años y de Londres, y Paul Lovelock, de 52 y de Woking, fueron condenados en diciembre del pasado año por su participación en la trama. Stellica “Steven” Caslaganu, de 45 años, un intermediario rumano asentado en Costa Rica, ya había sido declarado culpable del complot anteriormente.
Fuente: liverpoolecho.co.uk