La compra de casi 61 hectáreas hace una década por parte del Estado generó una tormenta de controversias. El entonces ministro de justicia, Michael McDowell, aprobó la adquisición por parte del IPS, que tenía la intención de construir unas instalaciones de 1.400 celdas en el terreno en Killsallaghan, en la frontera entre el condado de Dublín y el de Meath.
Aunque no se ha realizado ningún trabajo relacionado con la construcción de una nueva cárcel, los residentes locales han observado que ha aumentado la actividad en el lugar en las últimas semanas.
El IPS ha aclarado: "El trabajo que se está realizando tiene que ver con el desarrollo de un proyecto hortícola en una pequeña zona del solar. El propósito es que cualquier producto cultivado en ella se done a organizaciones benéficas".
Fuente: independent.ie