La naranja Chu toma su nombre de Chu Shijian, de 85 años, antiguo magnate del tabaco que convirtió una tabacalera en la mayor y más rentable productora de tabaco del país en los años 80. Chu, sin embargo, fue condenado a cadena perpetua por corrupción en 1998. Cuando fue excarcelado en 2002 por motivos de salud, Chu empleó 160 hectáreas de tierras baldías en las montañas del suroeste de China, en la provincia de Yunnan, para plantar naranjas.
Hoy en día, su finca produce 8.000 toneladas de naranjas al año, que generan 30 millones de yuanes (4,93 millones de dólares) en beneficios anuales. La mayoría de sus productos se venden por Internet.
Muchos compradores dicen codiciar las naranjas de Chu porque respetan y apoyan al anciano. "Toda nuestra familia lo respeta por su duro trabajo y espíritu inflexible", declara Ke Ting, madre a tiempo completo con un hijo de nueve años que vive en Pekín. "Compramos sus naranjas el año pasado y de nuevo este".
La mayoría de los consumidores de "los pesos pesados" de la fruta como la naranja Chu son jóvenes internautas de entre 20 y 30 años.
Cao Lei, que dirige el centro de investigación de comercio electrónico de China, atribuye la popularidad de estas marcas a sus eficientes canales de distribución B2C. "La compra en Internet forma parte del estilo de vida de los habitantes jóvenes de las ciudades", aclara Cao. "El modelo de ventas B2C para las frutas reduce los costes y el tiempo de transporte de forma eficaz".
Fuente: wantchinatimes.com