"Tras unirse a la OMC en 2012, los aranceles han disminuido de forma significativa, por lo que el volumen de importación de manzanas ha aumentado", señala Leinik. "Por tanto, los compradores rusos están invirtiendo más de 500 millones de euros en el desarrollo de economías extranjeras".
Según las autoridades, esto se debe a la falta de producto nacional en el mercado, pero la situación puede cambiar. En la región de Bélgorod, la cosecha neta de manzanas alcanzó las 47.000 toneladas. Más de la mitad de las grandes compañías han incrementado su productividad media con el cultivo de huertos intensivos, donde es posible producir 40 toneladas de manzanas por hectárea.
Stanislav Aleinik indica que, en el futuro, dependiendo del número de árboles plantados por hectárea, habrá tres modelos de plantación, cada uno de los cuales requerirá una inversión diferente y generará diferentes niveles de ingresos. Con la densidad máxima (2.500 manzanos por hectárea), el coste será de 2,9 millones de rublos, pero en tres años, cuando los árboles comiencen a tener una productividad estable, el beneficio podría ser de 785.000 rublos por hectárea.
Sin embargo, el presidente de la Asociación Rusa de Productores y director general de una gran compañía de Belgorod, Víctor Gorodov, subraya que el principal problema será de dónde obtener material de plantación de tanta calidad. Según Aleinik, para lograr los propósitos de Bélgorod, la región necesitaría 27 millones más de plantones y mucho dinero.
No obstante, Gorodov opina también que la agricultura en Rusia es más fácil que nunca, ya que ya se ha aplicado la tecnología. Además, en el caso de la región de Bélgorod, los suelos únicos permiten a los fruticultores locales competir con los productores occidentales.
Fuente: rg.ru