El precio que Lidl y otros supermercados pagan por las frutas tropicales no cubre los costes de producción reales. Pagar precios tan bajos significa que se explota a los trabajadores mediante el pago de sueldos de miseria, la precariedad laboral y la denegación de sus derechos de negociar colectivamente salarios y condiciones mejores.
Los precios bajos también pueden disuadir a los empresarios de contratar mujeres, lo que les niega un acceso igualitario a los puestos de trabajo, a la formación y a la promoción. Además, los precios bajos también pueden disuadir a las compañías de invertir en mejoras de las prácticas medioambientales, lo que convierte a los precios justos en un factor importante en el trabajo hacia la sostenibilidad medioambiental. La campaña pide a Lidl que utilice el precio mínimo de Comercio Justo como el estándar mínimo en su abastecimiento.
Este mismo año, Lidl anunció que estaba adoptando medidas para comprar todas sus bananas de orígenes 100% sostenibles este año, pero la realidad para los agricultores y trabajadores es muy diferente. Los trabajadores de las plantaciones y sus familias se ven expuestos a pesticidas tóxicos y sufren de afecciones respiratorias, enfermedades y mareos. Los bajos ingresos de los agricultores a pequeña escala y los bajos salarios de los trabajadores de las plantaciones implican que sus familias no suelen poder cubrir sus costes domésticos básicos. Se suele discriminar o incluso despedir a los trabajadores de las plantaciones por unirse a un sindicato. La calidad del suelo y del agua está sufriendo por el uso de sustancias químicas. Los monocultivos y los pesticidas destruyen la biodiversidad.
La campaña hace un llamamiento a Lidl para que garantice que los agricultores a pequeña escala y los trabajadores de las plantaciones de frutas tropicales ganen un sueldo que les permita sustentar a sus familias y a sí mismos; para que todos los trabajadores disfruten de seguridad en su lugar de trabajo, y estén protegidos de la exposición a los pesticidas tóxicos; para que los derechos sindicales de los trabajadores se respeten, y para que paguen un precio justo por las bananas y las piñas a todos sus proveedores.
Fuente: www.banana.link