Está recibiendo este mensaje porque es la primera vez que visita nuestro sitio web. Si continúa recibiendo este mensaje, habilite las cookies en su navegador.
Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.
Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web. ¡Gracias!
You are receiving this pop-up because this is the first time you are visiting our site. If you keep getting this message, please enable cookies in your browser.
La cooperativa Hoogstraten reacciona a la polémica de las hortalizas vertidas
"Es el resultado de una alteración de la situación de mercado"
Se ha generado una polémica en relación con un prado situado en una zona protegida belga llamada Brechtse Heide. En los últimos días, se han dispersado por la zona toneladas de tomates, pimientos y calabacines de la cooperativa Hoogstraten. Los medios se han hecho eco de ello y han publicado imágenes de vídeo del vertido de gran número de hortalizas. En ellas se muestran personas disgustadas y confusas que reaccionan a la situación.
Según el director de la cooperativa, Gaston Opdekamp, se trata de una situación desafortunada ampliamente difundida por los medios de comunicación. "Esto que ha ocurrido no es una situación inusual en sí misma, es el resultado de una alteración del mercado", declara. "Nos hemos encontrado con grandes volúmenes de productos que no se han podido vender, algo que está ocurriendo con los tomates y las hortalizas en gran parte de Europa occidental".
"Cuando tenemos excedentes, buscamos otros mercados, como fábricas de alimento para animales o plantas de biofermentación, pero no podemos suministrar estos productos en cantidades ilimitadas. Lo que no cuentan los medios es que en los cinco días anteriores se donaron cuatro toneladas de producto a organizaciones sociales", dice Gaston.
"Lo único que enseguida vio la gente fue una montaña de tomates que todavía no se habían incorporado al suelo. Hace un par de días, se completó la incorporación bajo la atenta mirada de los inspectores. Preferiríamos que unos alimentos saludables terminaran en cualquier otro lugar. Esto le cuesta dinero a los agricultores y al sector, es nuestro último recurso. No obstante, esta solución está reconocida por la ley", concluye Opdekamp.