Hay una gran calma en estos momentos en la exportación de patatas. "De hecho, lleva siendo así desde que ya no están los países africanos", dice Lorella Maggio, de Agridor Holland (Putte, Países Bajos). "La demanda de Europa del Este también es mínima y lo mismo se puede decir de Europa Occidental: simplemente somos demasiado caros. Los agricultores quieren más dinero como sea, pero si la gente no compra, ya no hay nada más que hablar. Puedes poner el precio a un euro, pero sin compradores no vale para nada".
"Por el momento, no veo que la situación vaya a cambiar rápido. Quizás el Ramadán pueda aumentar la demanda a partir del mes de mayo, pero los pocos países que nos compran patatas, como Costa de Marfil, también tienen actualmente suministros de países vecinos como Malí y Burkina Faso", señala la exportadora. "En general, es una temporada difícil para nosotros y estamos solamente en febrero. No podemos hacer lo que nos gustaría hacer: exportar".
"Los precios de exportación de las patatas para consumo están alrededor de los 32/33 céntimos y los de las patatas para freír son aún más altos. Mucha gente dice que nos quedan pocas patatas, pero no creo que haya una gran escasez de patatas para consumo; tampoco sabemos qué sucederá más adelante con las patatas de importación. Tomemos el ejemplo de las cebollas: en estos momentos vienen de todos los rincones del mundo a Europa. Y si de verdad hay escasez y no vendemos nada, pues nos sobrarán al final", concluye la exportadora.
Para más información:
Lorella Maggio
Agridor Holland (Países Bajos)
Tel.: +31 653285791
lorella@agridor.com
www.agridor.com