El virus Nueva Delhi, la Tuta absoluta y el ToBRFV son las emergencias fitosanitarias discutidas por el grupo de contacto del sector de tomate de mesa, que se reunió en Ragusa (Italia) los días 4 y 5 de abril (ver artículo relacionado – en italiano).
Guido Grasso, de Confagricoltura, la confederación nacional de la agricultura italiana con sede en Roma, fue el primero en hablar sobre el tema, con un breve recorrido por la historia de cada uno de los patógenos enumerados. Grasso destacó que el virus ToBRFV (Tomato Brown Rugose Fruit Virus) es una de las emergencias más recientes; se transmite fácilmente por contacto, pero también a través de las semillas, y puede persistir durante mucho tiempo en los residuos infectados y en el suelo.
Desde la izquierda: Firrincieli, Cherubini, Grasso, Celestre y Cunsolo
El experto comenta: "El ToBRFV es capaz de infectar plantas de tomate genéticamente resistentes al virus del mosaico del tomate. Esta característica lo hace particularmente peligroso para el cultivo del tomate. Para combatir el virus con mayor eficacia, es útil cultivarlo con ciclos de cultivo cortos". Marta Fiordalisi también estuvo presente por parte de Confagricoltura, mientras que Gianfranco Cunsolo representó a Coldiretti, la confederación nacional de productores directos.
La delegación española informó sobre la ausencia de este virus en España en estos momentos. Sin embargo, la Tuta absoluta persiste en Almería y Murcia, donde el problema se combate a través de una lucha integrada.
La delegación francesa, por otro lado, mencionó la presencia del virus en algunos países europeos, pero no en Francia, y que para contrarrestar su propagación, sería útil el tratamiento de las semillas con cloro y el uso del protocolo GSPP (Good Seed and Plant Practices).
Salvatore dell'Arte, de la Alianza de Cooperativas Italianas, también habló sobre el tema y sobre la necesidad de unificar el uso de productos fitosanitarios en Europa a través de un protocolo especial. "Los acuerdos euromarroquíes también deben ser revisados por este mismo motivo. No podemos luchar con armas desiguales para tratar las fitopatías, cuando en otros lugares usan medios que están prohibidos aquí", comentó Dell'Arte. Elena Albertini y Carmelo Criscione también estuvieron representando a la Alianza de Cooperativas Italianas.
Franco Celestre, vicepresidente de la Federación de Doctores Agrónomos y Forestales de Sicilia, añadió: "Para mitigar lo más posible la propagación de nuevos patógenos en el territorio europeo, sería apropiado adoptar medidas adecuadas como el uso de material de propagación certificado, genotipos resistentes, la eliminación inmediata de brotes de infección y todas aquellas prácticas y procedimientos agronómicos útiles para prevenir la propagación de los virus".
Massimo Pavan, jefe de la delegación italiana, agregó: "Es importante armonizar el uso de pesticidas dentro de la UE. No podemos seguir produciendo en Italia con limitaciones, incluso respecto a otros países europeos, porque hacerlo alimenta una competencia desigual en cuanto a costes y rendimientos. Además, no puede ser que Europa abra sus fronteras fácilmente, mientras que nosotros, como en el caso de Canadá, no podemos exportar debido a las restricciones sanitarias que se nos imponen. Y mientras tanto seguimos sufriendo la llegada de nuevos patógenos cada año".
La delegación española, en este sentido, reiteró que "en la armonización del reglamento para el uso de plaguicidas hay una diversificación entre el norte y el sur de Europa por razones climáticas obvias. Pero la disparidad entre los países en materia fitosanitaria se debe sobre todo a los muchos principios activos autorizados en tiempos remotos y solo en algunos países. Existe una regulación sobre la reciprocidad entre los países que permitiría el uso de pesticidas registrados también en otros lugares, pero la burocracia y el tiempo limitado lo frustran todo. En diciembre de 2019 debería entrar en vigor un reglamento que prohibirá la entrada de productos fitosanitarios no conformes en la UE".
La delegación francesa, en cambio, informó sobre una creciente conciencia del consumidor francés y de cómo en Francia está disminuyendo el número de principios activos. El objetivo es cada vez más cero residuos y las producciones francesas se están organizando en ese sentido. Además, muchos agricultores franceses están adquiriendo una certificación voluntaria para tranquilizar a los consumidores sobre el uso de pesticidas.
El último en hablar fue Roberto Cherubini, quien aseguró a los presentes que habrá una convocatoria de un grupo de contacto fitosanitario que contará con la presencia de los Ministerios de Agricultura de los tres países involucrados.
La próxima reunión del grupo de contacto del tomate tendrá lugar en 2020 en Francia.