El verano parece haber llegado finalmente a Italia. De hecho, después de varias semanas de una inestabilidad inusual que ha traído temperaturas frescas y lluvias continuas con episodios de granizo, causando, en algunos casos, la destrucción completa de cultivos hortofrutícolas, desde hace algunos días, especialmente en el centro y sur de Italia, la temporada de verano parece haber llegado.
El anticiclón proveniente de África afecta principalmente a las áreas central y sur, registrando valores que alcanzan casi los 40 °C en algunas ciudades italianas. Por ejemplo, el pasado lunes 10 de junio, se registraron 38 °C en Caltagirone, 37 °C en Foggia, 34 °C en Matera y 33 °C en Bari.
Inevitablemente, con la llegada de las altas temperaturas aumenta la demanda y, en consecuencia, el consumo de frutas y hortalizas. Hablamos de la situación con Rocco Viggiano, representante legal de FE.VI., mayorista hortofrutícola con sede en Policoro (Matera): "La repentina llegada del calor que todos esperaban ha fomentado la demanda de sandías y melones, provocando un alza en los precios, sobre todo para los melones. Las sandías se venden a 0,60/0,70 €/kg, mientras que los melones se venden a 1,50 €/kg".
"Estamos comercializando pequeños volúmenes de sandías y melones porque, aunque la demanda está en aumento, los cultivos han experimentado un retraso en la maduración debido a la prolongación del invierno".
"Con el intenso calor, las frutas de hueso se están madurando muy rápidamente, generando un excedente de producto y provocando, en consecuencia, la saturación de los mercados. Estos cultivos tienen una historia que no es precisamente sencilla y bonita. De hecho, el producto que se salvó del granizo ha sufrido una depreciación porque su calidad no es óptima, sobre todo por las abundantes lluvias".
"Esperando comenzar con la comercialización de las variedades tardías de albaricoques y las sandías y melones de Basilicata, seguiremos vendiendo, durante unos días más, las fresas Candonga a precios de alrededor de 2 €/kg".
Aunque en el centro y el sur de Italia no ha habido una tregua después de esta primera ola de calor, como ocurrió en las regiones del norte de Italia, a partir del viernes y durante todo el fin de semana la península se verá afectada por una segunda y más fuerte corriente africana que elevará las temperaturas aún más, con picos de más de 40 °C en las zonas interiores de Sicilia.