El “Regadío histórico de l’Horta de València” acaba de ser declarado Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). L’Horta reúne todos los requisitos que exige un SIPAM, ya que cuenta con el valor añadido de establecer un vínculo entre lo rural y lo urbano, así como con un sistema productivo en el que se integran las culturas agrícola e hidráulica, labradas durante siglos desde el inicio de la dominación árabe en la zona, que han ido conformando un paisaje único, la huerta de Valencia y la Albufera, que se integra en la conocida huerta mediterránea.
La red de riego se extiende por el área agrícola periurbana de la ciudad de Valencia y de docenas de municipios del norte, oeste y sur de la región metropolitana. Geográficamente, el área irrigada abarca una llanura costera con una pendiente suave que disminuye lentamente desde el interior hasta el mar.
Su particular paisaje, integrado por campos de cultivo, canales de agua, caminos rurales y edificios tradicionales (barracas y alquerías) y también por el Parque Natural de la Albufera, donde desembocan las acequias de riego, ha sido conformado por un sistema de irrigación que se abastece del río Turia, originalmente diseñado en la época medieval, que fluye por gravedad.
Cuarto reconocimiento SIPAM que recibe España
El “Regadío histórico de l’Horta de València” se suma a los reconocimientos del SIPAM ya obtenidos por el “Valle Salado de Añana” (Álava), la “Uva pasa de la Axarquía” (Málaga) y los “Olivos milenarios del Territorio Sènia” (que abarca varios municipios de las autonomías de Cataluña, Aragón y Comunitat Valenciana).
El regadío histórico de L’Horta, como Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), es el resultado de:
L’Horta de València es uno de los paisajes de huerta mediterránea más relevantes de Europa, un espacio de valores productivos, ambientales, culturales y visuales probados, a pesar de las presiones de la urbanización. Su gestión tradicional del agua contribuye a estabilizar el suministro y el uso del agua y que se ha adaptado a las nuevas tendencias de desarrollo sostenible. De esta forma contribuye además a la Agenda de Desarrollo Sostenible, en particular a los objetivos 2 (hambre cero) y 6 (agua limpia y saneamiento), ya que mitiga y previene el cambio climático y permite el uso continuo del territorio agrícola sin agotamiento o daño.
La figura SIPAM fue creada por la FAO en 2002 para promover y garantizar el futuro de sistemas agrícolas tradicionales que han modelado paisajes estéticamente impresionantes y que combina la biodiversidad agrícola con ecosistemas resilientes y un valioso patrimonio cultural. Todo ello busca el impulso de estas regiones sobre la base de la consideración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la social y la medioambiental.
Fuente: agrodigital.com