La cosecha de manzana está a punto de empezar en Brasil, donde se esperan volúmenes similares a los del año pasado, alrededor de 1.100.000 toneladas.
“Llevamos un retraso de unos 10 días, ha hecho menos frío de lo habitual en Brasil y esto ha provocado que la fruta madure más lentamente”, explica Wilson Passos, gerente comercial de Fischer S.A. Agroindustria. “A partir de la segunda quincena de febrero iniciaremos los primeros envíos a Europa. La fruta viene con buena calidad y condiciones ideales para trabajar tanto en el mercado interno como en exportación”, añade.
Wilson Passos, gerente comercial de Fischer
Fundada en 1985 y ubicada en la ciudad de Fraiburgo, en el estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil, Fischer es uno de los mayores productores de manzanas en Brasil. Esta compañía del Grupo Fischer también produce kiwis, zumos concentrados y naturales, aroma de manzana y de otras frutas de producción propia e importadas, así como soja y maíz.
La producción anual de Fischer es de aproximadamente 110.000 toneladas de manzanas, principalmente Royal Gala y Fuji Supreme, cubriendo una superficie de 2.500 hectáreas. La compañía tiene una estructura de más de 70.000 metros cuadrados, que incluye 4 unidades de almacenamiento y dos empacadoras, que emplean a 1.600 empleados fijos.
“Destinamos al mercado interno alrededor del 70% de nuestra producción, ya que las variedades Gala y Fuji son muy apreciadas por los brasileños. Somos pioneros en la exportación de manzanas brasileñas, con envíos a varios países de Europa, donde vendemos principalmente a Reino Unido, países nórdicos, Países Bajos y Alemania, así como a España y Portugal, que trabajan con calibres más grandes. Por otra parte, Bangladés es el principal importador de manzanas de Brasil. También enviamos mucho a Rusia, India y Oriente Medio, donde nos gustaría seguir creciendo, al igual que en Sudamérica”, cuenta Wilson Passos.
Cuando no queda fruta nacional disponible y para dar continuidad de servicio a sus clientes, la compañía también realiza importaciones de Portugal, Italia y Francia. “En 2019 se han reducido significativamente las importaciones debido a la devaluación del real; 1 dólar equivale a 4 reales. Importar resulta demasiado caro”. Para esta compañía, la competencia procede principalmente de Sudáfrica, Nueva Zelanda, Chile y de las producciones locales europeas.
“Invertimos continuamente en investigación para mejorar la calidad, la producción en campo, conservación, tecnología de calibración y clasificación de la fruta y comercialización. Gracias a esto hemos alcanzado el liderazgo del sector de la manzana en Brasil”, señala Wilson.
“Desde el cultivo hasta el punto final de venta al consumidor, se utilizan diversas herramientas y programas de calidad. Trazabilidad, control biológico, responsabilidad, salubridad, sistema integrado de gestión de calidad, buenas prácticas agrícolas, GlobalGap, buenas prácticas de fabricación, GMP, HACCP, POP, PPHO son algunos de los recursos utilizados y certificados”, concluye el gerente comercial de Fischer.
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Wilson Passos
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