Las organizaciones agrarias llevan años denunciando que los agricultores son la parte más débil de la cadena, que en ocasiones ni siquiera cubren sus costes de explotación y que son otros quienes más negocio hacen con la producción del campo. Sin embargo, los escasos márgenes que obtienen otros actores como los grandes mayoristas y comercializadores o incluso las grandes distribuidoras revelan que la fuerte presión sobre los precios alcanza a muchos de los protagonistas de la cadena de valor.
Ejemplo de ello es SanLucar International Fruits, con sede en la localidad valenciana de Puçol, que mueve más de 400 millones de euros en ventas y cuenta con proveedores y fincas propias en producción en países como Sudáfrica, Ecuador o Túnez, además de España. En la última campaña auditada de 2018, SanLucar consiguió una facturación récord de 404 millones de euros de ingresos. Sin embargo, los márgenes de su actividad tanto productora como intermediaria, fueron muy modestos, de apenas el 0,8% y 0,3%.
Ese estrechamiento de márgenes no fue exclusivo de esta empresa. Un análisis de las últimas cuentas de los principales mayoristas de frutas y verduras instalados en España arroja resultados similares: crecimiento constante de las ventas, pero beneficios muy ajustados. Es casi imposible encontrar una gran compañía hortofrutícola mayorista con márgenes superiores al 3%, según los balances analizados por El Confidencial.
Otro ejemplo: Sociedad de Compras Modernas (Socomo), filial del grupo Carrefour dedicada a la distribución mayorista de frutas y verduras, que acabó el año con más de 686 millones de euros de facturación y unos beneficios de 9,7 millones, lo que representa una tasa de rentabilidad del 1,4% (un 2% si se analiza sobre el resultado bruto).
Anecoop, la gran cooperativa valenciana de segundo grado, con 759 millones de ventas, líder en el sector nacional, apenas registró números de 2,9 millones (el 0,3% margen). Eurogroup España Frutas y Verduras, propiedad de la alemana Rewe, con sede en Paterna (Valencia) y clientes en 14 países, vendió 401 millones en frutas y verduras compradas mayormente a productores españoles y ganó 3,7 millones (un 0,9% sobre ventas).
No son casos aislados. La almeriense Alhondiga la Unión vendió frutas y verduras por 297,5 millones y ganó 5 millones (un 1,6%). La canaria ARC Eurobanan obtuvo 298,9 millones de ingresos y 8,4 millones de beneficio (2,8% de margen). Cítrico Global, la gran apuesta del fondo Miura con la familia Martinavarro, sumó 354 millones de euros, pero cerró el año 2018 con un 2,8% de margen bruto de explotación.
No obstante, a pesar de la guerra de precios en el campo español, no se están frenando las operaciones de inversión de algunos fondos de capital en el sector primario. Al contrario, el private equity está apostando por proyectos de concentración e integración vertical del negocio agrícola. Compañías en crecimiento (Cítrico Global, Atitlan, Grupo Agroponiente…) se han lanzado a expandir su producción comprando y fusionando explotaciones con el objetivo de hacerlas más rentables.
Fuente: elconfidencial.com