Los mangos podridos a menudo tienen una apariencia externa fresca. Investigadores de la universidad holandesa de Wageningen (WUR) desarrollaron una forma de ver si la fruta está podrida sin abrirla.
Los científicos del grupo de investigación poscosecha de Food & Biobased Research tuvieron que cortar a mano cientos de mangos para ver si la pulpa estaba podrida. "Para ello, incluso desarrollamos un dispositivo de corte especial", dice Suzan Gabriëls. Pero antes de abrir los mangos, se midieron la humedad y la composición química con un espectrómetro de infrarrojo cercano (NIR).
Fotografías
Luego, todos los mangos se cortaron y fotografiaron. Las imágenes fueron traducidas a valores: los píxeles marrones y negros representaban la "podredumbre" y los píxeles amarillos, la "pulpa sana". A partir de estos valores, se calculó la proporción de ambos valores en cada mango.
Luego, los investigadores probaron si las mediciones con el espectrómetro podrían identificar los mangos cuyo interior estaba podrido. En el 80% de los casos las mediciones predijeron correctamente que el mango estaba marrón por dentro.
Transporte
Gabriëls cree que este es un buen resultado que pueden utilizar los grandes procesadores de mango. Con el uso del espectrómetro se puede determinar la calidad del mango, de modo que se puedan transportar los buenos mangos a destinos lejanos, vender los mangos de calidad razonable en el mercado local y tirar los mangos podridos. Cada año, 1,1 millones de toneladas de mangos se comercializan en todo el mundo con un valor de alrededor de 2.000 millones de euros.
Fuente: Wageningen University & Research
