Los sindicatos CC. OO. y UGT han alertado que las condiciones en las que viven los temporeros más vulnerables que trabajan en el campo representan un factor de riesgo que puede contribuir a que se produzcan brotes de coronavirus, como los que ya se han registrado en explotaciones agrícolas en Aragón y Lérida.
El responsable adjunto de Política sindical y sector agrario de Comisiones Obreras, José Fuentes, ha advertido en declaraciones a Efeagro que en Aragón se suma el problema de la subida de los precios de alquiler en la vivienda, lo que hace que convivan muchos temporeros en un mismo piso.
“Se están produciendo algunos casos de hacinamiento y no se guardan las distancias entre personas de distintas costumbres y nacionalidades”, ha detallado Fuentes, quien ha pedido “tomarse en serio” el asunto para “no dar al traste” con los esfuerzos realizados hasta ahora para contener el virus.
Fuentes ha criticado que muchos empresarios estén empleando en el campo a “trabajadores que son muy vulnerables sin documentación ni contrato” y no se hayan acogido a las medidas de flexibilización de contratación promovidas por el Gobierno para no realizar los trámites legales exigidos.
Según datos de los servicios públicos de empleo recogidos por CC. OO., en mayo se registraron 180.000 contratos en el sector agrario, un 11% menos en tasa interanual, siendo extranjeras el 46% de las personas contratadas, 6 puntos menos que en el mismo mes de 2019.
El secretario sectorial Agrario de UGT, Emilio Terrón, ha asegurado que, “como todos los años”, los empresarios han hecho llamamientos ofreciendo trabajo para la recolección de la fruta, provocando un “efecto llamada” en miles de trabajadores, muchos de los cuales se ven forzados a “vivir en pisos hacinados o en la calle”.
Terrón ha lamentado que, debido a la falta de información por parte de las autoridades, no pueden saber si los brotes se producen dentro de las fincas o si los trabajadores ya llegan infectados a esos lugares.
Ha denunciado, además, que muchos temporeros son empleados de forma irregular, cobrando menos del mínimo legal y sin estar dados de alta, y “por miedo no dicen dónde han estado trabajando”, lo que dificulta aún más el control de los casos.
Fuente: efeagro.com