Freshfel Europe respalda los planes de la UE de revisar su estrategia comercial, un movimiento esencial para garantizar que la UE esté preparada para hacer frente a los crecientes retos que afectan al sector hortofrutícola, en particular a consecuencia de la crisis de la COVID-19. En concreto, el sector insta a la Comisión Europea a mejorar la asertividad de su manera de enfocar la política comercial, en especial en lo que tiene que ver con abordar las barreras sanitarias y fitosanitarias, que están afectando fuertemente a la capacidad del sector de explotar su pleno potencial comercial.
Esto es necesario para garantizar que las exportaciones de frutas y hortalizas de la UE reviertan las actuales tendencias negativas sufridas desde el veto ruso (pérdida del 22% del volumen desde 2014) y se logre una diversificación de mercados y el acceso a nuevos mercados atractivos pese a la incertidumbre del entorno comercial internacional. La nueva estrategia comercial de la UE debería ayudar eficazmente a los socios claves, sobre todo de los países en vías de desarrollo, a adaptarse a la legislación y normas de la UE para continuar accediendo al mercado único, con el fin de garantizar a los ciudadanos comunitarios una oferta de frutas y hortalizas frescas variada y asequible durante todo el año.
Como se esboza en la respuesta de Freshfel Europe a la consulta pública de la UE sobre un mapa de carreteras para una revisión de las políticas comerciales y de inversión comunitarias, la nueva estrategia debería apuntar a explotar plenamente el potencial de los acuerdos multilaterales y bilaterales que ya existen con los socios comerciales y, de ser necesario, hacer uso de herramientas más asertivas, además del compromiso "suave", para asegurar la reciprocidad en las relaciones comerciales. Además, la nueva estrategia comercial de la UE debería facilitar todavía más los procedimientos sanitarios y fitosanitarios con los socios comerciales para garantizar un acceso más rápido y menos gravoso a las frutas y hortalizas de terceros países, ya sea vía compromisos multilaterales de la OMC y la CIPF, capítulos de sanidad y fitosanidad en el TLC, o acuerdos bilaterales, formales o informales. Un reforzamiento de la coordinación interna entre los servicios de la UE, los Estados miembros y el sector privado de la UE también ayudaría a garantizar una apertura segura más rápida de los mercados de terceros países para todos los Estados miembros y las categorías de frutas y hortalizas. El sector espera que el pronto nombramiento del responsable de cumplimiento de la normativa comercial permita la puesta en marcha efectivamente de este trabajo.
Freshfel Europe opina que la estrategia comercial revisada de la UE debería contribuir a los objetivos verdes y digitales de la unión. Para asegurarse de ello, la UE debería asistir de manera eficaz a los socios comerciales para lograr las metas medioambientales a través de las llamadas alianzas verdes, como se describe en la "Estrategia de la granja a la mesa". El apoyo técnico también debería dirigirse a los países en desarrollo, en particular para los proveedores claves de África y América, para que puedan hacer frente a la legislación de la UE para continuar accediendo al mercado comunitario. Además, la UE debería traducir su ambición de estar preparada para la era digital en soluciones concretas que faciliten las operaciones comerciales, poniendo en marcha, por ejemplo, la transmisión electrónica de los certificados de importación y exportación, para lo cual el sector y las autoridades públicas han demostrado estar preparados durante la pandemia de COVID-19.
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