Greenyard ha publicado sus resultados financieros para la primera mitad del año fiscal 2020/2021. El volumen de negocios de Greenyard aumentó en un 10,3% en la primera mitad del año fiscal 2020/2021 hasta 2.170 millones de euros. El crecimiento orgánico de las ventas fue del 11,1%. Las ventas se redujeron en un 0,2% por las desinversiones y los tipos de cambio tuvieron un impacto negativo del 0,6%.
Datos financieros clave
Ventas: Greenyard siguió teniendo un crecimiento positivo en las ventas del grupo, que aumentaron interanualmente 203,7 millones de euros, pasando de 1.968,9 millones de euros a 2.172,6 millones de euros (10,3%). Del aumento del 10,3%, el 11,1% es crecimiento orgánico, impactado negativamente por el 0,6% de FX, y el 0,2% que representa las desinversiones del último ejercicio.
- Productos frescos: El aumento del 11,1% en las ventas, que ascendieron a 179,6 millones de euros, pasando de 1.612,6 millones de euros a 1.792,2 millones de euros, se debió principalmente a la mejora de las ventas de hortalizas, combinada con el fortalecimiento y el crecimiento continuos de las relaciones con los clientes integrados. En menor medida, también fue impulsado por los mayores volúmenes derivados de las medidas de cuarentena por la COVID-19 a partir de mediados de marzo de 2020, lo que provocó un cambio del consumo fuera de casa al consumo en casa en el primer trimestre del ejercicio.
- Long Fresh: Las ventas aumentaron 24,1 millones de euros (6,8%) en la primera mitad del ejercicio, pasando de 356,3 millones de euros a 380,4 millones de euros. A pesar de la caída temporal de las ventas a los clientes del foodservice, cuando el consumo fuera de casa se detuvo en el segundo trimestre del año, afectando especialmente a la división de congelados, el segmento de productos Long Fresh continuó con su crecimiento constante. La caída de las ventas en el segmento de la restauración se vio compensada por el aumento de las ventas a clientes retailers.
EBITDA ajustado: Como resultado de las iniciativas de transformación y el crecimiento de las ventas, en particular las derivadas de las relaciones con los clientes integrados, el EBITDA ajustado (antes de la aplicación de la NIIF 16) aumentó significativamente en un 18,9%, pasando de 47,6 millones de euros a 56,6 millones de euros. En consecuencia, el margen de EBITDA ajustado pasó del 2,4% en el mismo período del año pasado al 2,6% en los seis primeros meses del ejercicio.
Si se añade el impacto de la NIIF 16 al EBITDA ajustado, éste ascendería a 76,9 millones de euros, lo que supone un aumento del 16,5% respecto a los 66 millones de euros de los seis primeros meses del ejercicio anterior.
- Productos frescos: El EBITDA ajustado en el sector aumentó 7,8 millones de euros respecto al mismo período del año anterior, pasando de 24,6 millones de euros a 32,4 millones de euros, lo que representa un considerable aumento del 31,5%, que se traduce en una mejora del margen de 28 puntos porcentuales. El enfoque en la mejora de los márgenes estables y la eficiencia a través de las iniciativas de transformación de Greenyard tuvo resultados positivos. De esa manera, los márgenes no se vieron materialmente afectados por los costes adicionales asociados a la pandemia de COVID-19. Como alrededor de dos tercios de las ventas del sector de productos frescos ya se obtienen mediante relaciones estables e integradas a largo plazo con los clientes, el margen EBITDA ajustado se está volviendo cada vez más sólido y está terminando con la volatilidad.
- Long Fresh: El EBITDA ajustado del sector aumentó en un 2,5%, pasando de 24,3 millones de euros a 24,9 millones de euros, impulsado principalmente por una mejor combinación de productos y precios. No obstante, el margen disminuyó ligeramente en 27 puntos porcentuales debido a los costes asociados a la COVID-19 y a unos rendimientos agrícolas inferiores a los previstos durante el verano, aunque los rendimientos se recuperaron gradualmente a partir de septiembre.
Hein Deprez, codirector general, expresa: "Greenyard está demostrando que su estrategia de relaciones a largo plazo, sostenibles y estables en la cadena de valor de ambos sectores, funciona. Dicha estrategia asegura el equilibrio y la seguridad en toda la cadena de valor. Refuerza la confianza depositada en el crecimiento junto al cliente, incluso en tiempos de incertidumbre. También para los productores, aceleraremos nuestra inversión, con el mismo nivel de intensidad e integración, en colaboraciones profesionales, innovadoras e integradoras, que en última instancia conducirán a un mayor acortamiento de la cadena de suministro".
Marc Zwaaneveld, codirector general, continúa: "Nuestro objetivo de profundizar nuestra estrecha colaboración en la cadena de valor con los clientes y productores demuestra nuestra clara determinación de añadir valor, para mejorar toda la cadena de suministro en términos de disponibilidad, calidad y coste. Dicho objetivo nos obliga a adaptar nuestra organización cada día, haciéndola mejor, más eficiente y sostenible, creciendo con cada paso. Ya está dando lugar a un cambio significativo hacia volúmenes y márgenes más estables y elevados, en parte mediante servicios de mayor valor añadido, pero también mediante la transformación estructural de los procesos, por ejemplo en el abastecimiento y el transporte. Sobre todo, estamos acelerando nuestros objetivos de sostenibilidad, con cuatro compromisos concretos. Al esforzarnos por lograr mejoras sostenibles y continuas en una cadena de valor integrada, sentamos las bases para un crecimiento fuerte y estable en los próximos años".
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Dennis Duinslaeger
Greenyard
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