Según Paul van der Linde, de la empresa holandesa homónima, el mercado de la zanahoria está extremadamente tranquilo. "Normalmente los pedidos entran en grandes cantidades en esta época del año, pero la demanda es escasa en estos momentos. Ahora que los últimos barcos ya han partido hacia Senegal, los volúmenes de exportación han disminuido mucho. Seguimos enviando algunos lotes hacia países como Mauritania, pero no estamos hablando de grandes cantidades. Normalmente Europa coge el testigo en esta época del año, pero todos los países europeos tienen todavía suficiente producción propia en estos momentos".
"El único país hacia donde estamos enviando algunos camiones es la República Checa, pero en el resto de Europa reina el silencio. Hace dos semanas, incluso se ofrecían zanahorias polacas en los Países Bajos, por lo que no creo que el mercado cambie pronto. A no ser que empiece a helar en estos días, el mercado seguirá igual hasta mediados de enero. Las próximas semanas prometen ser muy tranquilas", dice Paul.
"Los precios se han mantenido estables durante semanas a un nivel entre 11 y 14 céntimos, sobre todo por la cosecha mucho más baja que en años anteriores. Lo mismo ocurre en nuestros países vecinos Alemania y Bélgica, pero si la demanda actual persiste durante demasiado tiempo, perderemos la ventaja del precio", augura Paul. "Además, tenemos que lidiar una vez más con una calidad más bien mediocre. Aparecen algunos lotes con incidencias de podredumbre y me temo que este año habrá más de un lote de menor calidad".
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