En Ecuador, solo el 13% de las zonas productoras de musáceas (banana, plátano, orito, entre otras) cuentan con una infraestructura completa acorde a las medidas de bioseguridad contra el Fusarium Raza 4.
Es decir, unas 45.000 de las 350.000 hectáreas plantadas a nivel nacional tienen estaciones de limpieza, zonas de captación de desechos y fumigan regularmente. En cambio, otro 22% cumple solo con alguna de las medidas de bioseguridad.
El Clúster Bananero, que agrupa a cinco organizaciones de productores y exportadores de la fruta, señaló que estas cifras son preocupantes y, de hecho, están subestimadas.
Jonathan Ortiz, pequeño productor y dueño de la finca, reconoce que la plaga es peligrosa y más devastadora que la sigatoka negra, ya que aunque el cultivo muere, el patógeno es capaz de sobrevivir y diseminarse en las plantaciones vecinas, según informa www.ecuadortimes.net.
Ortiz cuenta que iba a cercar la finca y a construir una zona para la desinfección de pies (pediluvio). La inversión para esos trabajos era de 9.000 dólares y se iban a realizar a finales del 2019, pero no completó el dinero. Ahora aspira a sacar un crédito para equiparse
A pocos kilómetros de esta finca queda la hacienda de Alexander Mejía, un mediano productor de banano que tiene 23 hectáreas. A diferencia de Ortiz, en esta bananera se dejaron de tomar acciones contra el Fusarium.
Mejía cuenta que hasta enero del año pasado realizaba fumigaciones de amonio cuaternario a vehículos y personas antes del ingreso a la finca. Las tareas se hacían con bombas de mochila y tenían un gasto mensual de casi USD 300.
Pero la situación se complicó cuando le dejaron de pagar el precio oficial de la caja, subieron los costos de insumos y de combustibles. “No podemos hacer ese gasto, cuando necesitamos insumos que cada vez son más caros”.
La Cartera de Estado mantiene un proceso de difusión y seguimiento a la implementación de medidas de bioseguridad y realiza monitoreos en campo, para detectar cualquier novedad sobre la plaga.
Mientras tanto, el riesgo está cada vez más cerca. En abril pasado, la plaga fue detectada en el Piura, norte de Perú.
El MAG levantó cuatro mesas técnicas desde julio para atender el problema del Fusarium Raza 4, y hasta finales de agosto prevé tener un plan de emergencia que evite el ingreso del hongo. Una de las mesas es de financiamiento, para definir líneas de crédito e incentivos financieros para que las fincas se equipen.
Las prefecturas de las zonas productoras, como El Oro, Los Ríos y Guayas, realizan campañas informativas con bananeros, en especial con los más pequeños, para alertar del riesgo que implica que la devastadora plaga llegue a Ecuador. El MAG también trabaja en el proceso para que se pueda importar una variedad resistente al Fusarium Raza 4