"Los efectos de las fuertes lluvias que azotaron Sicilia en octubre y noviembre no hacen nada más que confirmar las previsiones hechas en el mes de septiembre sobre las cantidades de cítricos disponibles en Sicilia (ver artículo relacionado). La cosecha está sufriendo una reducción del 70% respecto a la campaña anterior", comenta Salvatore Imbesi, gerente de la empresa siciliana Ortogel.
Salvatore Imbesi, gerente de la empresa siciliana Ortogel
En cuanto a los productos derivados, la reducción es del 25% para la empresa Ortogel Spa. La campaña de derivados de las naranjas ya ha terminado, a excepción de las variedades pigmentadas, cuya campaña, debido al retraso en la coloración de la fruta, se extenderá hasta marzo de 2021 con antocianinas por debajo de la media y una ventana comercial más corta de lo habitual.
"Por lo tanto, la campaña 2021 no arroja volúmenes emocionantes y los precios están muy por debajo de los costes de producción. El extraordinario aumento de los costes de las materias primas (energía, embalaje y transporte) está poniendo contra las cuerdas tanto a los productores como a la industria de procesamiento y amenaza con hundir el conjunto del sector en estos tiempos inciertos. Lamentablemente, asistimos a una situación de mercado increíble que conducirá al abandono de la producción si no se produce una intervención significativa del Gobierno. Los costes de cosecha, envasado y transporte de los cítricos han aumentado de forma drástica. Por poner un ejemplo, llegar al mercado mayorista de Milán supone un coste de 0,60 €/kg".
"La situación es paradójica considerando que el precio de venta al consumidor ha aumentado un 100% respecto a la campaña pasada, mientras que los productores y comerciantes tienen que manejar precios similares a los del año pasado y, en algunos casos, más bajos. En los lineales, el precio es el doble, lo cual indica una vez más que los intermediarios y los productores son el eslabón débil de la cadena, y más aún en una campaña como la actual, que será corta y que, por desastres climáticos, requiere tratamientos costosos para dar fuerza a la fruta, que sufre las lluvias excesivas absorbidas por las plantas", explica Salvatore Imbesi.
"Estamos hablando de una situación económica dramática para el sector hortofrutícola y la industria de procesamiento tanto en Sicilia como en los otros grandes países europeos productores de cítricos. En España, al igual que en Sicilia, el precio en campo es muy bajo. La única diferencia es que en España el debate político es más vivo porque hay una mayor conciencia de que, sin precios aceptables, cada vez más productores de cítricos abandonarán los cultivos. E incluso las estrategias verdes para proteger el medio ambiente fracasarán porque el sector hortofrutícola es un sector fundamental para mantener la biodiversidad de los territorios", concluye Salvatore Imbesi.
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