"Las huelgas en el sector logístico muestran el poder que tienen los transportistas si no salen a trabajar", observa el holandés Jurgen Sinnaeve, quien está activo en el sector logístico español desde hace muchos años. La empresa donde trabaja actualmente apenas ha sido afectada por el impacto de la huelga. "Afortunadamente, nuestros camiones no sufrieron daños. Además, la huelga se centró más en el transporte nacional que en la logística internacional".
Jurgen Sinnaeve
"La huelga ha sido iniciada por los conductores autónomos en particular, no tanto por las empresas de transporte con flota propia. Y es que se sienten exprimidos o no tratados de la manera correcta", dice Jurgen. "Personalmente, creo que las historias siempre tienen dos caras. Nadie te obliga a hacer un viaje por debajo del precio de coste. Lo que pasa es que muchas veces, la oferta es mayor que la demanda".
"La situación de la oferta y la demanda siempre es muy relativa en el sector del transporte. Si se produce una situación de escasez de camiones, el precio del transporte sube. Sin embargo, en los meses en los que hay menos trabajo, las empresas no quieren correr el riesgo de verse exprimidas. Es muy difícil encontrar el equilibrio correcto en ese libre juego de la oferta y la demanda. El hecho de que los costes para algunas empresas hayan aumentado entre un 30 y un 40 por ciento en unas pocas semanas ha sido la tormenta perfecta. Nadie podía prever esta situación ni prepararse ante ella".
"Si esta situación dura mucho más tiempo, tendrá sus consecuencias. Los centros de distribución podrían quedarse sin medios de transporte. Y es que los productos podrían alcanzar un nivel de precio demasiado caro para los consumidores. Si bien los productos básicos siempre tendrán que ser transportados, puede que la demanda de productos de lujo baje. Sin duda se encontrarán alternativas, pero eso llevará algún tiempo".
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