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José Tomás, de Frutomás Export S.L.:

“Los precios del kaki de categoría segunda deberían de ser los de la categoría primera de años anteriores”

En un año en el que las hectáreas de kaki afectadas por las inclemencias meteorológicas se contabilizan por miles, desde las heladas de la primavera hasta los continuos episodios de pedrisco en el verano vividos en la Comunidad Valenciana, la oferta se ha visto considerablemente reducida.

“El kaki de categoría primera, hasta la fecha, no sobra por ningún sitio; hay una escasez de producto que va a ser predominante toda la campaña. Los precios van bajando poco a poco según aumenta la oferta, pero se mantendrán bastante estables a lo largo de toda la campaña llegando a picos que estarán entre 1,80 y 1,50 euros el kilo”.

“En la categoría estándar, que es lo que estamos moviendo más en Frutomás Export S.L., seguimos en volúmenes bastante altos y nos falta más producto del que podemos vender”, explica José Tomás. “Hay más demanda que oferta porque los precios están siendo tan altos que llega un momento en el que la gente no puede pagar los precios de la categoría primera y se va a las categorías inferiores. Los precios de la categoría segunda son en estos momentos los precios de categoría primera de años anteriores”.

Y es que habiendo “solo un 35-40% de producción, habrá un pico de producción que esta campaña solo durará un par de semanas”, remarca José, “y estimo que a mitad de noviembre habrá terminado”. No obstante, este año también representa una oportunidad para enseñar a los consumidores que los estándares de calidad no deben basarse únicamente en el aspecto estético de la fruta y a lo que el mercado nos tiene acostumbrados.

“¿Por qué un plátano de Canarias es mejor cuando tiene manchas o la pera Conferencia no es buena si no tiene russeting, pero el kaki no vale si tiene alguna marca en la piel?”, plantea José Tomás. “La fruta no siempre tiene que ser 100% perfecta. Este año el producto disponible tiene su rameado, huellas de pequeños golpecitos, pero lo que hay que valorar es la calidad del producto, y que esta campaña la fruta tiene una calidad gustativa muy superior a años anteriores. Por un lado, los árboles tienen menos fruta, por lo que se han centrado más sus recursos en esa producción y es muy buena, y por otro, seguramente este año se está recolectando el kaki con una mayor consciencia y cuidando que los índices de madurez sean correctos para que cuando llegue al consumidor sea una fruta 100% óptima y que se vuelva a repetir la compra”.

“Por desgracia, es una realidad que cada campaña hay vendedores que sacan conscientemente al mercado fruta de baja calidad, sobre todo al principio de la temporada, cuando los precios son más elevados, porque incluso perdiendo dinero por las reclamaciones les compensa a nivel económico, pero eso lo único que hace es romper la cadena de la clientela: cuando un consumidor no encuentra calidad no vuelve a comprar más un kaki. Por eso, este año con la falta de producto que hay y los costes de producción que estamos teniendo, espero que no ocurra. De hecho, pienso que se va a vender en fresco hasta lo que antes iba para industria”.

Esta campaña, por lo menos, la incidencia del cotonet ha sido menor que las anteriores y no ha contribuido a generar una mayor pérdida de producto, recuerda José. “La plaga que más está preocupando este año en la Comunidad Valenciana, principalmente en Castellón y Valencia, está siendo la de araña en los cítricos. Lo único que hace es dar sombra y, como consecuencia, las clementinas tienen cierto verdor en la zona superior, pero volviendo al tema de la estética, esa fruta, con la misma calidad que el resto y con los mismos costes de producción, se está, simplemente, tirando a la basura”.

Apuesta por la patata valenciana
José Tomás fundó Frutomás Export S.L. en el año 2000, pero los orígenes de su relación con la agricultura se remontan a su familia, que se dedicaba al negocio de dos productos tradicionales en el campo de la Comunidad Valenciana que hoy en día están viéndose relegados: la patata y la cebolla; productos que aún trabaja José.

“Actualmente se siguen haciendo entre 14.000 y 15.000 toneladas de la patata tradicional blanca, tipo Vivaldi o Monalisa, en la Comunidad Valenciana. El año pasado la campaña fue un desastre por las lluvias y siempre después de un año de desánimo cuesta arrancar, pero nosotros seguimos apostando por este producto”.

“Dentro del negocio de la patata valenciana, solo quedaremos unas 8 o 10 empresas porque poco a poco hay cada vez menos agricultores que se dedican a su cultivo. Pero la asociación de exportadores de patatas valenciana tiene un siglo de historia y no queremos dejar que todo ese trabajo se tire por tierra”.

Para más información:
Frutomás Export S.L.
C/ Santander, 6 / Apdo 183
46190 Riba-Roja de Turia, Valencia (España)
Tel.: +34 962 77 92 62 / 667 65 63 68
[email protected]
www.frutomas-export.com