“Esta campaña los productores se enfrentan a una difícil situación, plantar un segundo cultivo esta campaña o aguantar con el de invierno hasta el final de la campaña”, señala Adoración Blanque en Agrónoma. “La campaña de invierno de este 2022/2023 ha venido marcada por números acontecimientos que de una manera u otra han afectado a la toma de decisiones para los productores de frutas y hortalizas en invernaderos. Desde el arranque de la campaña, el aprovisionamiento inicial de insumos supuso toparse con la realidad del incremento de los costes en los insumos agrícolas”.
De hecho, el precio de los fertilizantes y fitosanitarios implicó una gran inversión para los productores, quienes también hicieron frente al encarecimiento de las semillas y su germinación en los semilleros, señala la secretaria general de Asaja Almería.
“Una vez comenzado el crecimiento de las producciones, nos encontramos con unos meses de octubre y noviembre que trajeron unas temperaturas muy por encima de la media, lo que produjo en muchos casos que las plantas adelantaran el desarrollo de sus frutos y en general se adelantasen las producciones en un momento que las cotizaciones hortícolas no tenían el suficiente precio para cubrir los costes”, recuerda Adoración. “De hecho, en el mes de noviembre se activó por primera vez la extensión de norma de calidad para la berenjena cuando su precio cayó por debajo del umbral establecido. A finales de año, las cotizaciones comenzaron a remontar de manera general y con ello llegamos hasta este punto, donde las pizarras agrícolas marcan cotizaciones muy por encima de la media, aunque la producción no está siendo la esperada”.
“En este contexto, de altos costes, faltas en los rendimientos y las altas cotizaciones, toca decidir si arrancamos el cultivo para empezar de nuevo con un ciclo corto de primavera. Donde además del coste adicional que supone, el agricultor conoce la alta incidencia de plagas como el pulgón o el nuevo trips, que provocaron grandes pérdidas en este pasado otoño”.
“Por todo ello, desde Asaja Almeria pronosticamos una reducción en la superficie de sandía y melón, que rondaría entre 15 y 20 puntos porcentuales para esta primavera. La incertidumbre y las circunstancias han hecho al agricultor sacar la calculadora y valorar los riesgos de volver a empezar en este momento”, reflexiona.
Fuente: sevilla.abc.es