Esa es la conclusión de un estudio del Observatorio de la cadena de supermercados Aldi presentado este jueves en Madrid, que revela que la compra de frutas y hortalizas ha caído en concreto un 8%.
Según ha explicado el director de Investigación y Análisis de Aldi, Ignacio Cid, la inflación ha está detrás de este cambio en los patrones de consumo que, además de reducir de forma visible la cantidad de compra de productos frescos, ha llevado también a los compradores a buscar nuevas opciones más económicas ante una subida generalizada de los precios.
En total, el gasto medio anual en frescos fue de 1.901 euros, un 8% más que en 2021, de manera que los frescos representaron 2 de cada 5 euros del gasto anual en alimentación de los hogares españoles, con 35.625 millones
Entre los productos que protagonizaron un mayor incremento de precios pagados fueron la sandía (47%), el pepino (25%), el melón y el plátano (23%), el calabacín y la piña (22%) y el melocotón y las fresas (21%).
Según el estudio, un 99,2% de los encuestados asegura haber notado la subida del coste a causa del contexto inflacionista. Además, un 66% de las familias españolas asegura haber reducido la cantidad de productos frescos que ha comprado en 2022 y un 60% afirma haber disminuido la compra de determinados productos frescos en los últimos meses.
Por categorías, el 23,6% de los consumidores reconoce haber reducido la compra de verduras y hortalizas.
Los más jóvenes, de menos de 35 años (69,7%), y las mujeres (69,8%) son quienes declaran haber reducido más su compra de frescos a causa de la subida de precios, según el estudio.
