"No entiendo a los que cultivan sin software hoy en día, ya que realmente se está volviendo imposible llegar a cierta fase. En una explotación a pequeña escala de hasta 1.000 m², no es imprescindible. Sin embargo, a medida que se amplían las instalaciones, con varias personas trabajando en la planta de producción con maquinaria y equipos, la automatización es necesaria sin lugar a dudas. Como la mayor parte de la información se obtiene de sensores, cámaras, etc., ¿cómo si no se pueden traducir los datos en contenido legible?", plantea Mante Šidlauskaitė, directora general y cofundadora de Cogastro, un proveedor lituano de software de gestión de granjas para criadores de insectos.

Mante Šidlauskaitė.
Cogastro opera desde la capital del país, en Vilna (Lituania). Sus sistemas pueden servir para instalaciones de cría de moscas soldado negras, gusanos de la harina y grillos, e incluyen múltiples módulos que permiten adaptarlos y personalizarlos fácilmente a cualquier tamaño de explotación.
El razonamiento en el que se basa Mante es que el equipo ha visto múltiples errores cometidos por trabajadores humanos que dan lugar a observaciones y predicciones falsas. Cuando se recopilan datos, no podemos permitirnos cometer errores. A largo plazo, la recopilación manual de datos es muy ineficiente, ya que consume demasiado tiempo.
Para indicar que, al fin y al cabo, la cría vertical de insectos no es tan diferente de la agricultura vertical, hemos recopilado las similitudes más destacables.

Un ambiente agradable
A la hora de alojar a los insectos, los niveles adecuados de temperatura, humedad e iluminación son muy importantes para que se sientan como en casa. Al igual que ocurre con las plantas, en cada ciclo vital se aplican diferentes proporciones de iluminación. La fase de apareamiento puede compararse con el ciclo vital más importante de una planta, la fase vegetativa. "Hemos observado mejores tasas de reproducción al adoptar una intensidad de luz y un espectro específicos para la mosca soldado negra".
Según explica Mante, dependiendo de la especie, el sonido y el movimiento son muy importantes en la cría de insectos, ya que a partir de ellos se puede saber exactamente lo que están haciendo. Por ejemplo, cuando los grillos se están apareando hacen ciertos ruidos que delatan su estado de ánimo. Así también, según los productores, si no oyes "gritar" a tus plantas, es una buena señal. Según una investigación reciente de Itzhak Khait et al. (2023), las plantas emiten sonidos cuando están sometidas a estrés. Bromas aparte, parece ser que estos requisitos ambientales son bastante similares al cultivo de plantas comestibles.

La interfaz del software.
Compartir datos
La mayoría de las granjas de insectos con las que opera Cogastro tienen el tamaño ideal para ser lo más eficientes posible, como se ve en el CEA. "Para nosotros, se trata de unir todos los puntos en movimiento y saber qué variables afectan al crecimiento".
Al integrar todos los puntos de datos en su software, el equipo es capaz de comunicarse con el conjunto global de datos de la instalación. A partir de ahí, seguirán desarrollando la inteligencia empresarial a petición del cliente. En el futuro, Cogastro quiere añadir a su software herramientas de distribución que permitan intercambiar información de varias explotaciones desde cualquier punto geográfico.
Implantar algoritmos para optimizar los procesos
El desarrollo de algoritmos ayudará a mejorar toda la complejidad que hay detrás de la cría. Especialmente cosas como si la dieta ha sido suficiente, el tiempo de alimentación, el contenido del pienso y registrar correlaciones junto a ello. Estas correlaciones ayudarán a crear más algoritmos y a predecir los resultados con mayor precisión.
Tener correlaciones ayudará a traducir con precisión qué variable ha tenido más impacto que el resto para obtener un determinado resultado, por ejemplo. A través de algoritmos se pueden adaptar aún más y optimizar todo el proceso.
Del huevo al insecto
En la mayoría de los casos, Cogastro ofrece su software a infraestructuras de maquinaria y equipos ya existentes. Sin embargo, estas suelen venir acompañadas de un montón de fuentes de información dispersas, un escenario que no es infrecuente en las explotaciones verticales. "Todos estos puntos de datos proporcionan información importante sobre los procesos que han tenido lugar dentro de la instalación. Los datos son muy importantes, ya que el productor quiere saber qué ha pasado desde el huevo hasta el insecto, cuántos insumos ha necesitado para llegar al volumen final y cómo ser más eficiente".
No se trata solo del rendimiento final, sino también de los costes de los insectos. ¿Cuántos insectos hay que criar y cuál es el coste del producto final? Según Mante, hay muchas técnicas diferentes para leer los datos. Eso es exactamente lo que Cogastro ayuda a facilitar: registrar, leer y conectar esos datos para los operadores.

Foto 12028827 © Denis Tabler | Dreamstime.com.
Analizar los movimientos
Al igual que muchos agricultores de interior han adoptado la manipulación de bandejas, el traslado de placas de una fase de crecimiento a otra es una práctica muy conocida en la cría de insectos. El uso de programas informáticos permite a los operarios adoptar acciones para las placas y cambiar su ejecución en cualquier momento.
Sin embargo, la manipulación de las cajas es sobre todo automatización. "Para nosotros, no se trata de mover cajas, sino de lo que ocurre durante y después de la manipulación para llegar al resultado final. Todos estos movimientos nos permitirán saber qué efecto tienen en la producción final".
Principales países de interés
Estados Unidos, la UE y África son sus principales mercados, pero Cogastro también ha despertado el interés de empresas asiáticas, en concreto de Vietnam, Tailandia e Indonesia.
"Primero tuvimos que ganarnos la confianza del sector y, una vez lo conseguimos, nos pusimos a trabajar con empresas claves del mercado".
Para más información:
Cogastro UAB
Mante Sidlauskaite, CEO
Pusyno g. 14, Pasekscių k.,
LT-33344 Moletu r., Lituania
https://cogastro.com