"En mi opinión, el potencial es enorme. No solo tenemos una población de entre 5 y 6 millones de personas viviendo solo en Atenas, sino que también importamos muchas frutas y hortalizas que, al final, acaban llegando a las islas, en especial durante la temporada estival, cuando hay mucha demanda de los turistas. En cada parte de Grecia se producen unos cultivos distintos. Sin embargo, la mayoría de las hortalizas se importan, por lo que este vacío podría cubrirse mediante la producción local en interiores", afirma Dafni Avgoustaki, investigadora de posdoctorado en el Laboratorio de Estructuras Agrícolas en la Universidad de Agricultura de Atenas.
Dafni está encantada de constatar el gran interés de otras universidades europeas en el estudio de la agricultura vertical. "Los estudiantes se están volviendo locos con la agricultura vertical. Ni siquiera teníamos preparado el piloto todavía en ese momento, pero hay muchos deseando aprender más. Presentamos el concepto de la agricultura vertical en la Exposición Nacional de Grecia (Agrotica) junto con otras 30.000 personas. Hay muchísimo material de investigación con el que los académicos pueden trabajar".

Dafni Avgoustaki.
Proyecto con financiación nacional
Gracias al proyecto VF2FARM, financiado por el fondo nacional ESPA en 2020, llamado "Investiga, innova y crea", Dafni y su equipo pudieron empezar a investigar a mediados de 2021. El proyecto concluye en diciembre de 2023, por lo que Dafni está buscando más financiación para introducir la agricultura vertical en un nivel académico y para las masas. No obstante, como nos cuenta Dafni, se están preparando nuevas propuestas para optimizar la actual explotación vertical situada en la Universidad de Agricultura de Atenas en términos de consumo energético y respaldo mediante nuevos sistemas de energía renovable.
"Queremos una explotación vertical integrada autónoma que funcione mediante fuentes de energía integradas, como paneles solares y baterías. Nos gustaría conocer mejor cuáles son los picos de energía y las tarifas, hacer una comparativa y encontrar las mejores franjas horarias para ahorrar en costes. Esto nos permitiría crear un producto modular que pueda construirse en cualquier parte", explica Dafni.

Los estudiantes de Dafni.
Explotación agrícola piloto
Junto con la constructora Emmanouilidis, Dafni levantó las instalaciones dentro de un espacio de 40 pies, en el que se encargaron internamente de la iluminación, la climatización y el riego.
Con Valerianella locusta, una variedad de lechuga que ha dado estupendos resultados hasta la fecha, y probando parámetros de cultivo como iluminación y riego, Dafni ya ha podido poner a prueba bastantes variables.
"Para conseguir que sea más verde y totalmente autónomo, necesitamos más financiación. Tenemos en torno a 15 estudiantes en lista de espera para experimentar con diferentes protocolos. Además, hay dos tesis de grado a punto de empezar, tres empezadas ya, dos tesis de máster y otras dos de doctorado. Así mismo, hay estudiantes analizando el flujo de caja, la literatura, el retail, el ciclo de la vida y el rendimiento medioambiental de las plantaciones en comparación con otros sistemas agrícolas (invernaderos y cultivos de campo abierto)".
El departamento de Dafni colabora también con la empresa holandesa Astroplant para una mejor optimización de la cámara dentro del laboratorio. "Nos encargamos de probar y optimizar el sistema para, llegado el momento, ofrecer un protocolo de cultivo eficaz y con base científica para los usuarios del sistema en todo el mundo".

Optimización de la demanda energética a través de algoritmos
Además de su trabajo en la Universidad, Dafni dirige una empresa llamada VerdeCube. "Para los europeos de los países del norte y bálticos, VerdeCube es un software y un algoritmo de optimización que optimiza la demanda energética y la eficiencia de la explotación agrícola. El software da respuesta a la demanda de energía en función de la carga. En los países del norte, tenemos sistemas de intercambio de energía, en los que los volúmenes horarios de intercambio proceden principalmente de las renovables".
Según Dafni, hay una flexibilidad enorme de precios en función de las ventas por hora. En su doctorado, desarrolló un modelo de predicción de consumo energético, con el que se podían conocer los picos y los valles de los precios. Así mismo, ha desarrollado un modelo de crecimiento para diferentes cultivos vegetales y su demanda en términos de iluminación, que se sincronizan con el modelo de predicción. De esta forma, Dafni es capaz de proporcionar una demanda intermitente de carga y optimizar la huella ecológica de una explotación vertical para conseguir el máximo rendimiento posible con el menor coste energético posible al mismo tiempo.

Fincas verticales y modelos de negocio a medida
Actualmente, Dafni está trabajando en ampliar las librerías de la base de datos añadiendo más cultivos que se suelen producir para que el modelo de predicción también pueda crecer. Por el momento, el equipo ha probado con albahaca, menta, tomates cherry, tomates "normales", Valerianella, lechuga y fresas.
Aparte de modelos de optimización para fincas verticales, Dafni diseña fincas verticales desde cero bajo demanda; desde muy pequeñas a otras más grandes, acompañadas de un plan de negocio a medida basado en las necesidades de los clientes. "Hay que ser capaz de hablar en cifras y explicar bien tu modelo de negocio a los inversores y al público. Dependiendo del volumen y del cultivo producido, ayudo a los clientes con el volumen que tiene que producir una explotación para reducir el plazo de recuperación de la inversión".

El concepto de VerdeCube de conectar las explotaciones verticales con las renovables.
La optimización es el núcleo de los esfuerzos de Dafni en la agricultura vertical. Siempre está averiguando cómo crear sinergias entre determinados proyectos. En este momento, está investigando el exceso de calor de los invernaderos, que también se puede usar en la agricultura vertical. Sin embargo, no es tan fácil como parece, recalca.
"En Grecia, la población compra productos asequibles, es decir, frutas y hortalizas ordinarias. Los productos premium suelen estar disponibles principalmente en mercados gourmet o en el canal horeca. Por ahora, la agricultura vertical sería perfecta para esos mercados, ya que las masas no disponen de demasiado dinero para gastar en productos premium ahora mismo". En el futuro, a Dafni le gustaría vender armarios de cultivo al catering y a las concept stores para educar al público sobre la agricultura vertical y los cultivos que permite producir.
Para más información:
Dafni Avgoustaki, investigadora posdoctoral de estructuras agrícolas
Universidad de Agricultura de Atenas
[email protected] / [email protected]
www2.aua.gr/en