A principios de la década de 2000 se produjeron notables cambios técnico-comerciales en el cultivo de la uva de mesa, provocados por la entrada de dos nuevas variables: una oferta varietal cada vez más amplia y un cambio climático cada vez más evidente.
La posibilidad de posicionarse en el mercado con una gama más amplia de productos debe coincidir con un esfuerzo de adaptación a las nuevas técnicas de producción que el nuevo surtido varietal exige a los agricultores.
La variable representada por el cambio climático tiene un impacto aún mayor, con la alternancia impredecible de largos períodos de lluvia, calor y humedad. Las condiciones meteorológicas ponen a prueba las técnicas tradicionales de manejo del viñedo y en particular la eficiencia de las protecciones, como las películas plásticas, especialmente en el cultivo de variedades tempranas.
En este último ámbito se incluye la experimentación llevada a cabo por el Centro de Viticultura y Enología, con sede en la localidad de Turi, sobre algunas nuevas formulaciones de film plástico suministradas por la empresa italiana Retilplast Srl.
La variedad de uva de mesa Maula.
"Realizamos pruebas de campo en dos tipos de películas de la marca Retiplast con diferentes características", dice Antonio Coletta, investigador del Centro de Viticultura y Enología. "El objetivo era evaluar la capacidad de mitigar las diferencias térmicas estacionales y al mismo tiempo permitir detectar el potencial de precocidad de algunas innovaciones genéticas. La variedad de uva de mesa Maula creada bajo el acuerdo Crea-Consorzio Nu.Va.U.T en la empresa de cultivo Ermes, de la localidad de Noicattaro, fue protegida a principios de marzo con dos películas diferentes (PolyFilm-Yellow y PolyFilm-Plus) producidas por Retilplast srl, con el ambicioso objetivo de poder incluir el cultivar en el rango, aunque aún no oficial, de variedades extratempranas".
Se sabe que el momento más crítico para los cultivos es entre marzo y mayo, cuando se concentra la mayor variabilidad climática, con los consiguientes riesgos de severo estrés térmico, capaz de dañar las floraciones y, por ende, el rendimiento por hectárea. "En estos tres meses hemos constatado hasta qué punto un film tecnológicamente avanzado debe ser capaz de mitigar las condiciones térmicas externas, gestionando de la mejor manera posible las tres zonas de radiación solar en las que debe actuar un film plástico: la zona ultravioleta, la luz visible y la luz infrarroja cercana. El mismo equilibrio debe entonces ser logrado en términos del porcentaje de radiación transmitida y reflejada", continúa Coletta.
Una de las dos películas probadas y producidas por Retilplast que cumplió dignamente su función fue PolyFilm-Plus, ya que permitió superar esta fase sin perjudicar la distensión del racimo, la acumulación de color y la velocidad de acumulación de azúcares.
Estado actual del viñedo de la variedad Maula cubierto con el film PolyFilm-Plus .
"En términos más concretos, las encuestas realizadas el 28 de junio registraron un contenido de azúcar promedio de 15° Brix y un color negro uniforme en alrededor del 40% de los racimos. Las condiciones registradas fueron alentadoras y dieron lugar a la hipótesis de que la cosecha podría comenzar el miércoles 5 de julio", concluye el investigador Coletta.
Para más información:
Retilplast srl
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Tel.: +39 (0)828 45359
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