La logística es un elemento prioritario para la importación de productos perecederos; sobre todo para las frutas frescas de ultramar como el mango, cuya temporada ya está en marcha en México, y aún más para la fruta de carácter ready-to-eat, que precisa no solo un medio de transporte rápido, sino también efectivo, como el aéreo, que asegure su condición óptima para preservar su valor añadido.
“Los primeros envíos de la temporada del mango comenzaron en febrero. Este año se han retomado las exportaciones a Japón, nuestro destino más importante, desde que el año pasado se dificultaran con un cambio de último momento de los parámetros de los productos químicos permitidos en las frutas. De hecho, casi no se mandó nada ante la frustración de productores, importadores y clientela en general, que veían cómo los envíos que podían haber llegado hasta septiembre terminaban en marzo/abril”.
“Este año, el mercado en Japón está un poco deprimido por el tipo de cambio entre el yen y el dólar, y eso ha frenado las importaciones de mango mexicano, junto con el hecho de que la variedad Haden comenzó sin tantos grados Brix; no obstante, parece que con la variedad Kent ha repuntado el interés y estamos incrementando los envíos”, explica Arturo Hernández, de Fresh Cargo.
“Junto a Asia, en Fresh Cargo también hacemos envíos aéreos de mango a Europa. El que se consume allí es el mango Kent, que es muy aceptado en el mercado europeo, y ahora está saliendo bastante volumen para allá”.
“También entre los productos que más se envían a Europa se encuentran las verduras orientales, como el bitter melon o los ejotes largos, que se cultivan en el sureste de México, y se destinan en su totalidad para la exportación. En Europa las consume la comunidad musulmana, para la que este tipo de verduras forman parte de su dieta diaria”, indica Arturo.
“El transporte de carga se ha trasladado al nuevo aeropuerto de México”
Todo el transporte de carga de México operará a partir de julio en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), hacia donde se trasladará por orden presidencial para descongestionar el aeropuerto y los accesos –frecuentemente atascados– del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, que llega a manejar hasta 900 vuelos diarios, recuerda Arturo. “Como el aeropuerto se quedó pequeño para ese volumen de vuelos, los cargueros tenían que operar de madrugada para evitar el trasiego de los vuelos de pasajeros. Ahora, con el nuevo AIFA en Tecámac, podremos operar 24/7 en 4 pistas, con unas instalaciones supermodernas”.
“Allí tenemos 12 almacenes de unos 5.000 m² cada uno, con unos 25 m de altura y cámaras de refrigeración para almacenar todos los productos perecederos y farmacéuticos que transportamos, sin que se rompa la cadena de frío en ningún momento. La carga viene de diferentes puntos del país, entra por la terminal de carga, pasa por un túnel de rayos X que escanean el camión y se lleva directamente al almacén que le corresponde. Incluso tenemos una zona refrigerada en nuestros almacenes para la reparación de las tarimas sin que los productos pierdan el frío en el proceso”, comparte Arturo Hernández. “Las grandes exportaciones se basan en los pequeños detalles, como este”, destaca.
“Los importadores buscan siempre un puerto que no sea ni tan inflexible ni tan exigente para los requisitos fitosanitarios como lo es París”
Fresh Cargo trasladó por aire medio millar de toneladas de productos frescos en el primer trimestre del año; 189 toneladas en enero, 150 t en febrero y 160 t en marzo, detalla Arturo. “El mango es nuestro producto de exportación número 1. Le sigue el tomate, que enviamos en grandes cantidades a Japón desde octubre a abril, con dos vuelos a la semana; y el tercero, pero no por ello menos importante, el limón Persa, que exportamos durante todo el año, principalmente del estado de Veracruz”.
“Por estrategias comerciales de tarifas, se busca siempre un puerto que no sea ni tan inflexible ni tan exigente para los requisitos fitosanitarios como lo es París; por eso muchos importadores prefieren mandar la mercancía a Ámsterdam y distribuirla de allí al resto de Europa, o a Madrid, que es de los aeropuertos más convenientes para exportar desde México”.
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