La semana pasada quedaron atrapados en la nieve en el paso de montaña Long Tom Pass, en Mpumalanga, unos cuantos camiones que transportaban cítricos, pero la nieve no tardó en deshacerse y no ha dejado muchos daños.
La cosecha de mandarinas tardía ya casi ha pasado su ecuador en Burgersfort y Ohrigstad y, hasta el momento, todo va bien. En las centrales de envasado, el trabajo continúa sin descanso.

"Claramente, el color ha favorecido el desarrollo del color, pero Ohrigstad y Burgersfort son zonas más frías", señala Smit le Roux, citricultor de Burgersfort. "Normalmente, tenemos temperaturas por debajo de los 13 °C, por lo que el desarrollo del color no nos supone ningún problema. Ha habido temperaturas nocturnas muy bajas después de la nieve, pero todavía no se ha informado de daños a causa del frío".
En el aspecto logístico, la temporada se ha desarrollado sin grandes contratiempos; de vez en cuando se llena algún almacén, pero se vacía pronto.
"Dentro de las próximas dos o tres semanas, comenzará a llegar el grueso de los volúmenes de Valencia y mandarinas tardías, y normalmente es entonces cuando empiezan a aparecer los problemas. Pero, por ahora, todo va bien".
Elogios para las autoridades portuarias
"En Duraban no tenemos la congestión de los últimos años, hay camiones disponibles", dice el responsable de una central de envasado también de Burgersfort. "Normalmente, todos los años tenemos que parar porque Urban está hasta los topes o falla cualquier otra cosa".
El sector sudafricano ha estado moviendo volúmenes sólidos, según el responsable de la central de envasado. "Creo que tenemos que reconocerle al puerto que hayamos llegado hasta aquí sin problemas".
Los ataques incendiarios a camiones, que se habían convertido en algo habitual, han reaparecido. No se han visto afectados camiones de los que transportan cítricos de la zona de Burgersfort/Ohrigstad, pero sí que se ha informado de que han sido víctimas de estos ataques camiones que transportaban cítricos de Nelspruit a Durban.