El Acuerdo de Suspensión del Tomate de 2019 sigue siendo objeto de gran debate entre los productores y transportistas de tomate de ambos lados de la cuestión. En este artículo, los productores y transportistas que se han visto directamente afectados por el acuerdo comparten cómo les afecta el asunto.

Fred Leitz Jr., de Leitz Farms LLC, en Sodus, Michigan, comparte su opinión sobre las repercusiones del acuerdo para los productores de tomate de EE. UU. Señala que, aunque el consumo general de tomates ha aumentado, los productores estadounidenses como él han perdido cuota de mercado. "Hemos reducido nuestra superficie de tomate en un 30% desde nuestro mejor momento, y de tomates Roma en un 20-25%", afirma. "Los consumidores van a perder producción nacional. Lo he visto en mi zona, así como en Florida y otras partes de la costa este. Otros dos productores de mi zona abandonaron el año pasado".
La cuestión clave es la mano de obra
El punto crítico para los productores estadounidenses es la diferencia en los costes laborales en ambos países: Leitz calcula que está pagando 5 dólares por paquete de tomates en costes laborales con sus 21 dólares/hora de mano de obra, mientras que dice que los productores mexicanos están pagando mucho menos. "También los envían a Estados Unidos al mismo tiempo y a los mismos mercados que yo", afirma. "Si ellos pagan lo que pagan y nosotros pagamos lo que pagamos, no funciona. Es libre comercio, no comercio justo, y tenemos que convertirlo en comercio justo".
Un pequeño rayo de esperanza para los productores estadounidenses en este asunto es el constante y creciente interés de los consumidores por comer productos locales. "Quieren hacerlo, pero también es cuestión de precio. Si cobro más, los compradores no cederán mucho. Puede que compren de vez en cuando, pero también dicen que si quiero que compren, el precio tiene que ser competitivo", expresa Leitz.
¿Cuál es la solución?
Entonces, ¿cómo resolver el problema? A los productores estadounidenses les gustaría que se eliminara el acuerdo de suspensión.
"El acuerdo de suspensión existe desde hace mucho tiempo, y nadie ha confiado nunca en él. En todo caso, parece beneficiar más al sector mexicano que a los productores estadounidenses", afirma el experto. "Creo que la mayoría de los productores de tomate del país son partidarios de eliminar el acuerdo y dejar que entren en vigor los derechos de dumping. Quizá los aranceles den al sector del tomate estadounidense una oportunidad de luchar".
También le preocupa el futuro de la agricultura que se cultiva en EE. UU. "Sí, quiero proteger mis mercados y mi estilo de vida. Sin embargo, tenemos otra generación detrás de nosotros, y está viendo todo esto y preguntándose si vale la pena hacerlo. No quiero que me conozcan como la cuarta y última generación de esta explotación. Por mucho que trabajes, si no puedes ganarte la vida, ¿para qué hacerlo?". A eso se añade la pérdida de conocimientos. "Si perdemos este conocimiento institucional, tardaremos un par de generaciones en recuperarlo, si es que alguna vez vuelve. El país nos echará de menos cuando nos hayamos ido".
En los próximos días se publicará un artículo sobre la visión mexicana del asunto.
Para más información:
Fred Leitz Jr.
Leitz Farms LLC
Tel.: +1 (269) 925-6987