La temporada de verano europea de este año 2023 ha presentado altibajos para los proveedores de limas Tahití de Brasil. Así lo afirma Sérgio Negrão, CEO y uno de los fundadores de la exportadora brasileña Jagrao, que añade que, "si bien el mercado europeo cada vez está más acostumbrado a las limas, lo difícil es mantener la constancia respetando la demanda".
Sérgio Negrão y Lucas Neves en París.
Aunque, en general, la demanda del mercado de la UE ha sido alta, los precios han variado considerablemente porque el tiempo no ha parado de cambiar este verano. Ha pasado de un calor abrasador a lluvias e inundaciones devastadoras en varios países europeos. Todo esto afecta a la actual demanda y a los precios, según Negrão. "La demanda es alta. Corresponde a los orígenes, no solo Brasil, entender que la oferta y la demanda deben ir de la mano. Los precios siguen las tendencias y los momentos en el continente. La variación de precios está directamente relacionada con el buen tiempo, las fiestas, las vacaciones, los eventos y las ofertas. Si no se hace un seguimiento de todos esos factores y de sus tendencias, el riesgo de no acertar es alto".
Europa disfruta de las limas brasileñas
"En la actual temporada, Jagrao Comercial Exportadora Ltda ha exportado a Países Bajos, Alemania, Grecia, Francia. Bélgica y Turquía, entre otros. Mientras que Green Vault Export Ltda ha exportado a España, Alemania, el Báltico y Noruega, entre otros. Fuera de Europa, ambas empresas han exportado al Reino Unido. De media, hemos exportado siete contenedores semanales en una sola semana. En ese periodo, no hemos exportado a Oriente Medio, pero sí que tenemos carga que se envía periódicamente a Turquía, que tiene un mercado muy exigente, y estamos haciendo avances para atenderlo", señala Negrão.
El equipo de Jagrao visitando a su importador Westfalia en Países Bajos. De izquierda a derecha: Lucas, Michel de Westfalia, Sérgio y Xuxa.
En su última visita a Europa hace unos meses, Negrão vio mucho desperdicio. Este verano ha sido mucho menor, observa. "En primavera, días antes de la llegada del verano, el mercado de las limas se desplomó por el exceso de volumen en Europa. Como resultado, se tardó más en vender las existencias, lo cual puede traducirse en desperdicio, pero nada en comparación con lo que vi a principios del año. Nos quedamos en Europa 30 días, del 24 de mayo al 25 de junio. Al principio hacía frío y luego comenzaron a subir las temperaturas. Estuvimos en Países Bajos, Francia, Bélgica, Alemania e Inglaterra".
Los exportadores de limas para Europa se enfrentan a otras dificultades, subraya, pues el final del verano equivale a un descenso de la demanda. "Incrementar los volúmenes para satisfacer la demanda de los importadores supone una responsabilidad creciente a lo largo de todo el proceso en cuanto a la mayor atención prestada a las cuestiones fitosanitarias, manteniendo una buena calidad y la responsabilidad social. En este fin de temporada, las limas se mantienen en un buen nivel. Es natural que la demanda descienda en el invierno europeo, pero estamos preparados y estamos acostumbrados a adaptarnos a unas situaciones de mercado adversas", finaliza Negrão.
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