A menos que se produzca un cambio drástico en las precipitaciones, es posible que los agricultores de la provincia de Alicante sufran restricciones en los regadíos a partir del nuevo año hidrológico, que arranca el próximo 1 de octubre.
Y es que, como señaló a Cadena Ser José Vicente Andreu, presidente de ASAJA Alicante, la situación del Segura "es muy preocupante", ya por debajo del 30%, "llegando al límite". "Prácticamente llegamos sin reservas y estamos expuestos a lo que llueva y poco más", declara.
Desde ASAJA Alicante aseguran que los cortes en el agua a partir de octubre podrían afectar al final del ciclo de engorde de los cítricos, situación que podría retrasar la campaña y no tener fruta suficiente para atender las demandas del mercado, pero también al inicio de plantación de las hortalizas. Al respecto, Andreu recuerda que “en el ciclo de invierno las hortalizas que se consumen en España y en Europa vienen de la cuenca del Segura, por lo que, si aquí falla la producción, en los hogares podría fallar el suministro”.
José Vicente Andreu defiende que los agricultores alicantinos hacen un "uso exquisito y milimétrico" del agua y que "ya están utilizando toda la tecnología y experimentando nuevas técnicas para mejorar el rendimiento".
Los bajos niveles de reservas de la cuenca del Segura, unido a la mejor situación de la cuenca del Júcar, vía trasvase con el Vinalopó, ya están provocando, asegura, que los productores de hortalizas de la Vega Baja se estén desplazando a localidades de L'Alacantí o del Baix Vinalopó, que también cuentan con buenos climas y con más agua.
Fuente: cadenaser.com