El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) ha notificado la alerta emitida por parte de las autoridades de Alemania, en un lote de cerezas de Turquía, por la detección de altos contenidos de clorpirifos, dimetoato y ometoato, excediendo en todos los casos su límite máximo de residuos.
En un control oficial de mercado realizado el pasado 19 de julio se detectó una excesiva presencia de los tres pesticidas. El clorpirifos se encontraba en una proporción de 0,029 +/- 0,015 mg/kg – ppm, cuando su LMR está establecido en 0,01 mg/kg – ppm.
El dimetoato se encontraba presente en las cerezas turcas en una proporción de 0,16 +/- 0,08 mg/kg – ppm. En cuanto al ometoato, los análisis demostraron una presencia de 0,069 +/- 0,035 mg/kg – ppm. En ambos casos su LMR está fijado en 0,01 mg/kg – ppm, como en el clorpirifos.
Los pesticidas
Como recuerda Hortoinfo, el clorpirifos –cuyo uso está prohibido por la Comisión Europea por su peligrosidad– es un insecticida organofosforado, con un amplio grado de control y alto poder de penetración, que actúa sobre los insectos por contacto, ingestión e inhalación. Con respecto a su peligrosidad para los humanos, un grupo de investigadores de las facultades de Farmacia y Bioquímica y de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), junto con científicos de la Universidad Nacional de Comahue (Argentina), comprobó que la exposición a bajas dosis de Clorpirifos (CPF) produce cáncer de mama.
Por su parte, tanto el dimetoato como el ometoato son pesticidas utilizados como insecticidas y acaricidas, que actúan por contacto e ingestión. Afectan a los sistemas nerviosos central y periférico y producen depresión cardíaca y respiratoria. En dosis elevadas pueden producir dolores de cabeza, náuseas, vómitos, calambres, debilidad, visión borrosa, pupilas puntiformes, opresión de pecho, respiración fatigosa, nerviosismo, sudores, ojos lagrimosos, salivación o formación de espuma en boca y nariz, espasmos musculares y coma.
Fuente: hortoinfo.es