El proceso de alianza más reciente ha sido la unión de San Alfonso con Clasol. Grupo Clasol (Borriana) y la Cooperativa San Alfonso (Betxí) se acaban de integrar para crear una nueva corporación hortofrutícola con vistas a crecer en la producción de cítricos y fruta de hueso. Esta nueva entidad cuenta con cuatro centros de confección distribuidos en el territorio mediterráneo, 2.500 hectáreas de producción y más de 2.000 empleados.
También ha sido llamativa la integración de las cooperativas de La Pobla del Duc y Llutexnt-Otos en una entidad de segundo grado que se va a llamar Univall, Coop. V. y que tendrá su sede social en Llutxent. Pasará a gestionar entre 30 y 32 millones de kilos de fruta la próxima temporada. Las instalaciones ubicadas en La Pobla del Duc estarán especializadas en caqui, fruta de hueso y hortalizas.
Otras entidades que han dado el paso en estos últimos tiempos para su integración han sido las de Llombai y Alfarp tras el paso previo a la fusión de las secciones de suministros de las tres cooperativas del Marquesat. Además, se ha creado Ribercamp, que integra a Carlet y Guadassuar, con la puerta abierta a otras cooperativas interesadas. También se ha producido una estrecha colaboración entre las cooperativas de Benifaió (Cohoca) y Alginet (Coagri), así como la absorción por fusión de la cooperativa San Felipe Benicio de Benimodo por parte de Canso (l'Alcúdia).
Asimismo se ha puesto en marcha Green Fruits, que empezó con Citrícola de La Safor (Gandia), la SAT Novacitrus (Oliva) y la Cooperativa de Pego, para sumar después en distintos momentos a Alzicoop (Alzira), COPAL (Algemesí) y, más recientemente SOEX-2 (Moncofa).
Pero ¿por qué se está acelerando esta concentración?
Como explica en declaraciones a Levante-EMV desde la federación agraria cooperativa valenciana, “el sector debe continuar trabajando en la línea de ganar dimensión, como paso necesario –aunque no único y exclusivo– para ganar en capacidad de concentración de la oferta y en competitividad”.
No obstante, matizan, “cada caso debe ser valorado particularmente, para entender los puntos de partida y las necesidades de las cooperativas que pueden participar en estos procesos: de ese análisis debe surgir la fórmula más adecuada a aplicar, que puede pasar por la integración en entidades de nivel superior, la firma de acuerdos de colaboración totales o parciales, o bien la fusión por absorción”.
Fuente: levante-emv.com
