
En invierno, el suelo queda cubierto por un manto de nieve de un metro de espesor. Sin embargo, con la llegada del verano y el otoño, aparecen exuberantes cultivos de tomates madurados al sol. Y no hay nada más sabroso que un tomate que madura en una planta cuyas raíces reciben nutrientes de un terreno fértil y abierto y cuyas hojas se mecen suavemente con la brisa que sopla desde las montañas. Así es como nos lo cuenta Antoine Daccache, cuyas parcelas en el monte Líbano se encuentran a 1.500 metros sobre el nivel del mar.

Cultivo de tomate a 1.500 metros en las montañas.
Daccache Green Line (DGL) es una empresa familiar especializada en el cultivo y la venta de tomates, complementados por pepinos y manzanas. "Empezamos a cultivar la tierra en abril y, de mediados de mayo a mediados de junio, plantamos los plantones de tomates, ligeramente escalonados, para después cosechar tomates cherry, cherry pera, en rama y carnosos de mediados de agosto hasta casi finales de noviembre. Ofrecemos flexibilidad en la producción, con los conocimientos y las tierras disponibles para producir diversas variedades de tomates a fin de satisfacer las demandas de los clientes y destacar como uno de los tres productores de tomate certificados del Líbano, certificación que conservamos todo el año", explica Antoine.

Antoine y su padre muestran parte de la gama: tomates, pepinos, pimientos y chiles.
En una parte del monte Líbano no se necesitan invernaderos
El tiempo estable, seco y soleado de la temporada de cultivo y cosecha y la elevada altitud hacen que apenas se sienta ninguna presión de enfermedades y plagas, según Antoine. "Tan solo la enorme diferencia de temperaturas diurnas y nocturnas plantea algún inconveniente, pero es bastante fácil de solucionar con unas buenas prácticas de cultivo y algunas medidas preventivas. Por lo general, gracias a nuestras condiciones meteorológicas excepcionalmente favorables, usamos muy pocos productos fitosanitarios. En otras palabras, no necesitamos invernaderos para proteger los cultivos de todo tipo de estreses bióticos y abióticos. Como se ha mencionado, nada supera el sabor de un tomate madurado al sol".

Paneles solares junto a los tomates.
El cambio climático podría ser positivo
Las mallas de sombreo y antiinsectos tampoco son imprescindibles. "Aquí el sol, por descontado, puede ser fuerte, así que, para proteger la fruta, dejamos que las plantas tengan muchas hojas. Es cierto que ralentiza un poco la cosecha y, en ocasiones, hay tomates que no vemos. Y aunque la mano de obra es barata, la disponibilidad de buenos trabajadores escasea, así que estamos deseando mecanizar algunas labores agrícolas, en especial la plantación. La poda, el aclareo y la cosecha, por otro lado, seguirán siendo un trabajo manual", subraya Antoine.

El agua de lluvia y del deshielo se almacena en un embalse.
"Es posible que tengamos que invertir más en mallas en el futuro por el cambio climático, aunque yo creo que es algo que, al final, nos va a beneficiar. Si el verano dura más, nuestra temporada también. Actualmente cortamos las plantas después de siete u ocho racimos. En el futuro, es posible que aguantemos un poco más".

Algunos tomates se cultivan a cielo abierto con cañas de bambú.
No más tomates para Arabia Saudí
Las 10 hectáreas de Daccache Green Line están repartidas en cuatro parcelas en el monte Líbano, donde el abrupto terreno no permite parcelas grandes de tierra continuadas. Con todo, la empresa se las apaña para cosechar 1.500 toneladas de tomates por campaña. La mayoría se comercializan en el mercado interno; los productos de primera y segunda categoría se destinan a supermercados e hipermercados, y la calidad más baja se vende a los mercados mayoristas. El envasado se adapta a las preferencias de cada cliente, garantizando así flexibilidad en la oferta de productos.

DGL cosecha 1.500 toneladas de tomates al año.
Algunos volúmenes se exportan a los Estados del Golfo, pero desde el veto de Arabia Saudí en 2021 a las frutas y hortalizas libanesas, las ventas a ultramar se han reducido. Así pues, DGL ha puesto las miras en el mercado europeo, donde la oferta de tomate desciende un poco en octubre y noviembre.
Estando en el Líbano, la ubicación geográfica estratégica de DGL permite el acceso a los mercados del Golfo y de Europa. La empresa opera en una ventana de exportación única durante agosto, septiembre, octubre y noviembre, periodo en el que la mayoría de los países vecinos no pueden producir, lo cual lo convierte en el principal exportador. "Gracias a nuestra extensa experiencia, hemos participado con éxito en exportaciones y ventas directas con los retailers. Nuestro historial incluye colaboraciones con una amplia gama de clientes, tanto de nuestro mercado local como de toda Europa y Oriente Medio".

Especialidades para el Golfo y Europa
"Pondremos el foco en los productos de nicho –especialidades y tomates snack–, no en los tomates en rama. Por lo que he investigado, veo oportunidades para ese segmento también en los EAU. Allí, el 80% de los tomates procede de Irán y Jordania, y el 5% de Países Bajos, Italia y España. No obstante, esos tres países europeos representan el 30% del valor del mercado del tomate de los EAU, pues solo le venden productos de nicho. Nosotros también podemos hacerlo, y a un coste mucho menor, pese a que la guerra en Siria complica nuestra logística hasta ese mercado. Ese es nuestro próximo objetivo. tal vez encontremos un comprador de Oriente Medio o de Europa en la próxima Fruit Attraction", expresa Antoine.

DGL se centra en exportar especialidades a Europa.
Apoyo a los pequeños productores
Cuando acaba su temporada, DGL compra tomates a productores de zonas más bajas del Líbano para servir a sus clientes todo el año. "Garantizamos una oferta constante todo el año, procedente de nuestras fincas propias y colaborando con agricultores vecinos. como empresa de referencia, nos encargamos de la comercialización para una amplia red de productores, y también invertimos en respaldo técnico y compramos conjuntamente las semillas para cultivar las mismas variedades, a fin de estandarizar la producción de los agricultores asociados. La mayoría de las semillas proceden de obtentores de renombre a través de un importador de semillas, y dejamos la propagación en manos de viveros especializados", explica Antoine.
Aunque se asemeja a un modelo cooperativo, no acaba de ser lo mismo, señala el joven productor. "Seguimos siendo una empresa privada con ánimo de lucro, pero ofrecemos mucha ayuda a pequeños productores en todas las fases del proceso de cultivo, procesamiento y ventas. Yo sueño con la unión de todos los productores del monte Líbano para garantizar una oferta estable de calidad constante para el retail y la exportación. Eso incluye la construcción de unas instalaciones de envasado con una línea moderna de clasificación aquí en las montañas. Esos planes están ya en marcha", finaliza Antoine con determinación.
Daccache Green Line estará en la próxima Fruit Attraction en Madrid en el pabellón 1, stand 1C10.
Para más información:
Antoine Daccache
Daccache Green Line
Okaibeh, Keserwan (Líbano)
Tel.: +961 9448813
Móvil.: +961 71575316
Email: [email protected]